La triple nacionalidad de una canción

La Paloma. Habanera

Existe una pieza musical que simboliza la unión entre Cuba, México y España.

A mediados del siglo XIX visitó Cuba un músico vasco llamado Sebastián Yradier o Iradier. Al contemplar el paisaje cubano o hechizado por la belleza de alguna mujer, se inspiró y compuso una pieza en ritmo habanera que tituló ʺLa Palomaʺ. Algunos aseguraban que el inspirado escribió la melodía desde el barco, pero como hubiese sido, la pieza está ahí y se perpetuó hasta nuestros días.

Precisiones idealistas o románticas aparte, cuando Yradier arribó a Cuba, en los salones de La Habana estaban en boga las veladas de la alta sociedad, con sus cantos líricos influenciados por arias italianas y romanzas francesas. Entre aquellos géneros figuraba la habanera, descendiente directa de las contradanzas francesas llegadas a Cuba con los emigrantes provenientes de Haití. Una vez aquí se le sumó el componente africano de cuya mezcla nació una melodía cadenciosa, ideal para el canto y la danza. Aquella habanera es un tipo de contradanza criolla que no demoró en popularizarse en Madrid.

Yradier había sido organista en la parroquia de San Miguel Arcángel de Vitoria, organista de la iglesia parroquial de San Juan Bautista; primer maestro de Solfeo para Canto en el Conservatorio de Música de Madrid desde 1839 hasta 1850; vicedirector de la Academia Filarmónica Matritense; catedrático de Armonía y Composición en el Instituto Español, consiliario del Liceo Artístico y Literario de Madrid; socio de mérito en la clase de maestro compositor, y profesor del colegio Universal de Madrid. Incluso fue maestro de canto de Eugenia de Montijo, mejor conocida como la Emperatriz Eugenia y esposa de Napoleón III.

La riqueza económica le sonrió al eminente vasco que, sumada a su alma bohemia, decidió acompañar a la soprano Adelina Patti y a la contralto Marietta Alboni en una gira que los llevó a ciudades de Estados Unidos, México y Cuba. El ritmo habanera impactó a Sebastián Yradier al extremo de convertirse en su mayor difusor en Europa. Compuso ʺLa Palomaʺ, seguida de otra titulada ʺEl Arreglitoʺ, utilizada después como la habanera de la ópera Carmen, por el francés Georges Bizet.

Transcurrido un tiempo, la habanera, cuyo nombre por antonomasia revela su cubanía, dio paso a otros géneros populares en su tierra originaria, mientras se diseminaba por el mundo coronándose de éxito.

ʺLa Palomaʺ llegó a México y se hizo tan popular como en Europa, con una acogida extraordinaria. En una celebración la soprano mexicana Concepción Méndez la interpretó en presencia del emperador Maximiliano de Habsburgo y de la emperatriz consorte Carlota, impuestos en el México ocupado por la Francia napoleónica. Se dice que ambos la oían una y otra vez en sus fiestas palaciegas. A tal extremo les agradó, que se comenta que cuando Maximiliano iba a ser ejecutado por los patriotas mexicanos, su última voluntad fue volver a escucharla.

Ha pasado mucho tiempo y el origen de esta pieza de ritmo habanera, aún se discute. Opiniones encontradas, cada cual le atribuye su ciudadanía a Cuba, México o España. Lo que nadie discute es que sea la canción más versionada de todas, a mucho más de cien años de su creación. Por lo demás, opino que, si Yradier era español, la compuso en Cuba —siendo un género cubano sin discusión—, y se popularizó en México, ʺLa Palomaʺ ostenta una triple nacionalidad, cuya mayor importancia es que encarna un lazo de proximidad entre pueblos unidos en lo histórico y lo cultural.

Cuando salí de La Habana / válgame Dios. / Nadie, me ha visto salir / si no fui yo. / Y una linda guachinanga / allá voy. / Que se vino tras de mi / que sí señor.

Si a tu ventana llega / una paloma / trátala con cariño / que es mi persona. / Cuéntale tus amores / bien de mi vida / corónala de flores / que es cosa mía. / ¡Ay! Chinita que si / ¡Ay! Que dame tu amor / ¡Ay! que vente conmigo chinita / a donde vivo yo.

NOTA:

Escrito por Alfonso Cadalzo Ruíz y tomado de 5 de Septiembre.