Harold Gramatges: la inmensidad de su obra

harold gramatges

Este santiaguero de pura estirpe, multilaureado tanto en Cuba como allende el mar, está catalogado por los más exigentes especialistas “como uno de los más importantes representantes de la creación musical cubana del siglo XX”. Su nombre: Harold Gramatges Leyte-Vidal (Santiago de Cuba, 26 de septiembre de 1918—La Habana, 16 de diciembre de 2008).

Su amplio currículo precisa que fue un destacado director de orquesta, compositor y pianista y, además, un brillante pedagogo cuya labor devino “un invaluable aporte a la enseñanza musical en su ínsula, a través de seis décadas”.

Les digo, amigos de la gran red, que en sus inicios fueron sus profesores otros dos grandes, José Ardévol y Amadeo Roldán, en la capital cubana, aunque sus primeros conocimientos los obtuvo en Santiago de Cuba. Los dos primeros le enseñaron, y, en los Estados Unidos, Aaron Copland le siguió mostrando saberes en la creación; mientras que Sergei Koussevitzkty nutrió su intelecto con clases de dirección orquestal.

Tras aprobar esas y otras materias, el joven Gramatges laboró en disímiles ocupaciones y cargos, en formaciones de instituciones musicales, como profesor y director. Pero hay más, pues fue director orquestal, además de ejercitar la crítica y el ensayo musical.

Fue fundador y director de la Orquesta Juvenil del Conservatorio Municipal habanero y subdirector de la Orquesta de Cámara de la capital cubana. Creó, también, el llamado Grupo de Renovación Musical y presidió la Fundación Cultural Nuestro Tiempo.

Otras ocupaciones fueron como embajador cubano en Francia, creador del Departamento de Música de la Casa de las Américas, profesor emérito y jefe del Departamento de Composición del Instituto Superior de Arte, presidente de la Asociación de Músicos de la Uneac, y presidente de la Comisión de Escritores y Artistas del Movimiento Cubano por la Paz y la Soberanía de los Pueblos. Asimismo, integró jurados tanto en Cuba como en el exterior, y asistió a importantes festivales donde se presentaba su obra.

Conozcan quienes leen ésta muy breve reseña, que la excelsitud de la obra de Harold Gramatges abarca una variada gama de temas para piano, preludios, duetos, tríos, quintetos, danzas…

Rubricó partituras para solistas y orquestas, para guitarra, así como numerosos temas para música de cámara y conjuntos vocales (canciones, romances, madrigales, música para teatro y ballet).

Realizó 14 grabaciones de sus obras, entre discos de Larga Duración y Compactos, y el documental Harold Gramatges, la magia de la música.

En Cuba, el prominente músico recibió varios premios: Nacional de Música, Nacional de Enseñanza Artística; las órdenes Félix Varela y Juan Marinello; y las medallas Alejo Carpentier y Haydée Santamaría. Recibió, de igual modo, un grupo de condecoraciones internacionales. Sobresale, entre muchos más, el Premio de Reconocimiento a su obra total de creación, máximo estímulo concedido por la Uneac.

Fuente: Invasor