Habana Abierta llena de cubanía

Habana Abierta

Habana Abierta fue una banda cubana surgida en la peña cultural El Puente, en los años 90, un espacio donde se reunían músicos que integrarían el proyecto tiempo después.

Esta peña de los sábados en 13 y 8, en el Vedado habanero, dio paso a una producción de Pavel Urquiza y Gema Corredera, quienes les gestionaron presentaciones en España, donde grabaron el CD Habana Oculta, en el cual destacaban las composiciones de Alejandro Frómeta, Kelvis Ochoa, con el grupo 4 gatos y los de Boris Larramendi con su grupo Debajo, con una música de gran factura.

Cada compositor aportó dos temas al fonograma, entre los que destacan las composiciones de Alejandro Frómeta (miembro de Superávit), otros de Kelvis Ochoa con el grupo 4 Gatos y los de Boris Larramendi con su grupo Debajo.

No obstante, toda la música recogida en la placa es de gran calidad y dio la posibilidad a la mayoría de los integrantes, que por primera vez pudieron grabarla en estudio para acoplarla en un disco.

El álbum debut de la alineación se nombraba como el grupo, Habana Abierta, y vio la luz en 1997, distribuido por el sello BMG Ariola. Así comenzaba el camino discográfico, a puro golpe de rockasón, como bautizara Alejandro Gutiérrez a la mezcla de sus géneros musicales.

El exitoso disco 24 Horas, el segundo y último licenciado con BMG Ariola, apareció en 1999, pero desde el anterior ya se anunciaba, pues este incluía un sencillo con dicho título.

Para esta ocasión unieron las voces cada uno de los miembros del grupo. Además, se mencionaban tanto a los que se mantenían activos como a diversos colaboradores. Los músicos Luis Barbería y Andy Villalón, no obstante, no participaron de esta producción, pues por entonces probaban suerte como dúo, en un proyecto de la propia casa discográfica. La dupla de Gema y Pavel repitieron en la producción.

En 2005 apareció, Boomerang, considerado por múltiples críticos como el fonograma de mejor calidad en cuanto a técnica de grabación y la sonoridad. Mas, no tuvo un gran impacto en el mercado musical. La causa mayor, según varias compañías organizadoras de conciertos, era precisamente el acople de tantos artistas en un mismo escenario.

Sin embargo, como antecedente, el concierto realizado en 2003 en el Salón Rosado de la Tropical demostró lo contrario. Cada músico actuó con versatilidad ante un público ávido de ese encuentro con el sonido que tanto había consumido de oídas desde España. De esta forma, la cátedra cubana de los ritmos populares bailables se abría a la canción de autor.

La Tropical permitió un reencuentro con el grupo, al que sucedieron otros conciertos en La Habana. Casi diez años después del anterior, la gira significó un primer roce entre los nuevos adeptos al rockasón, y a la vez, una segunda oportunidad para quienes vivieron la magia de ver a la agrupación en el mismo escenario donde cantara una vez Benny Moré.

Por su parte, la línea discográfica cerraba en 2009, con 1234, un disco que parecía más un proyecto y no un fonograma terminado. Las canciones se distribuyeron a modo de maxisencillos, con los que Habana Abierta complacía las añoranzas de sus seguidores, deseosos de nueva música.

Habana Abierta fue una agrupación llena de cubanía y que definió el gusto musical de una generación.

Foto tomada de la Ecured