ʺLo oculto y desconocidoʺ (Parte 12)

Niurka-Gonzalez

Por: Joaquín Betancourt Jackman (Premio Nacional de Música 2019)

En ocasión de los 84 años de la Orquesta Aragón, de la nominación a los premios Latín Grammy 2023, de la Orquesta Faílde con su trabajo Danzoneando; de mi experiencia y participación como coproductor musical junto a Orlando Valle (Maraca) en él fonograma Flautas gigantes, del sello EGREM, quiero dedicar este capítulo a la insigne e indispensable flauta cubana, remembranzas, apuntes y figuras descollantes.

Quizás sea la guitarra el instrumento más popular y útil en Cuba, pues se convirtió desde mucho tiempo atrás en el vehículo idóneo para aquellas personas que no poseen una educación musical académica, de viabilizar sus dotes creativas, ha sido la herramienta más eficaz para ello, dentro de la gran amalgama de la familia de los instrumentos musicales.

Pero sin lugar a dudas, es la flauta y los flautistas cubanos, quienes plantaron un protagonismo en la música popular cubana e hicieron de este instrumento algo así como vital e insustituible.

Es el género de la charanga típica cubana quien creó una identidad más, además de los formatos de son de la música cubana; es aquí donde la flauta en la música popular cubana adquirió una gran notoriedad.

Según me contó un avezado flautista de las charangas, ellos improvisaban tratando de provocar al bailador. Nadie pudiera imaginar que un instrumento por naturaleza tan dulce y divino, el instrumento como según lo identificó nuestro José Luis Cortez, uno de sus grandes intérpretes, era “el instrumento de los dioses”, y yo añadiría que es también de los ángeles; cómo podía interpretarse, asumir un rol pimentoso, provocador y melodioso a la misma vez

Pero no solo en el género de la charanga, la flautística cubana tiene también una fuerte presencia y defensa, de igual manera, en la música concertante.

Cuba aportó al mundo de la flauta concertante el gran talento de músicos de la estatura de Juan Pablo Ondina, maestro de maestros; los inolvidables Rene, Coya y Badia, de la antigua Filarmónica Nacional; profesores de la talla de Emigdio Mayo, profesor de José Loyola, Luis Bayard, Guillermo Pedroso y Alberto Corrales; el talento de Prat, Pórtela; los aportes del profesor búlgaro Kuchukov, formador, entre otros, de J. Valdés.

La enseñanza de la flauta creó una cantera a su vez formadora y continuadora en la música concertante, muy bien representada por las féminas flautistas de la OSN: Zorime y Karla, entre otras. Y tiene como figura cimera, a la virtuosa y súper talentosa maestra Niurka González.

En la música popular no se pueden olvidar los aportes hechos por José Arcaño, J. Fajardo, el virtuosismo de Richard Egues, Pancho el Bravo, Melquiades, El Niño de Guanabacoa, Polo, Rene Llorente, Beltrán, José Luis Cortez, Jorge Campos, Juan M. Ceruto, Oriente López; los saxofonistas devenidos también en flautistas, como Paquito D´ Rivera, Carlos Averof, Javier Salva y Germán Velazco. Y por supuesto, un nombre decisivo como el de Orlando Valle (Maraca).

La tradición y defensa del papel de este instrumento continúa con una honrosa representación de muchos talentosos jóvenes, cuya lista resulta interminable.

A la flauta cubana hay que honrarla como merece, y toca a los organizadores de los eventos cubanos de la música. Una vez más dejo la mesa servida para tales acontecimientos.

NOTAS:

Tomado del perfil en Facebook de Joaquín Betancourt

En la imagen: Niurka González. Foto tomada de Magazine AM:PM