Desde el primer acorde hasta el aplauso final, Gatoypón ha tejido sueños con hilos de melodía, llevando en sus notas el aroma de la nostalgia, la risa y el baile compartido.
Al cumplirse tres años del espectáculo de Annie Garcés, el proyecto celebra no solo un aniversario, sino una travesía musical que ha abrazado corazones y almas, recordando el poder del canto y la comunidad.
El disco Gatoypón es más que una colección de canciones: es un refugio de vida cotidiana, un puente entre generaciones. Sus ritmos invitan al movimiento, a la cadencia de pasos ligeros, al vaivén alegre del baile. Melodías que acarician el alma y letras que susurran historias de tiempos pasados, de raíces profundas, de homenajes a abuelos, a la infancia, al regocijo sencillo de compartir una guitarra bajo la sombra de un árbol. Cada tema se siente cercano, como esa voz amiga que te acompaña al caminar.
Y en este aniversario se rinde un homenaje especial a Annie Garcés —alma del espectáculo—, cuya sensibilidad y entrega han dado vida a Gatoypón en cada escena. Durante estos tres años, su voz ha resonado en salas, plazas y corazones, trazando un camino de arte honesto, tierno y genuino. Sus interpretaciones han convertido en magia los acordes, transformando canciones en encuentros, memorias y pequeños rituales de alegría compartida.
Celebrar este cumpleaños es agradecer a quienes han caminado juntos: músicos, espectadores, soñadores. A todos los que, con su presencia y su aplauso, han permitido que Gatoypón viva en la memoria colectiva.
Que sigan los pasos, los cantos, los abrazos musicales… porque la fiesta continúa.
