Gerardo Alfonso se define como músico ecléctico y su espiral creativa lo lleva a buscar nuevos sonidos, sin perder esa condición única de habanero gestor de la poética cotidiana, la misma que hace 50 años vio nacer al Movimiento de la Nueva Trova.
Este viernes 7, a las 5 de la tarde, ha quedado marcado en Casa de las Américas por el homenaje del cantautor con su grupo y varios invitados, quienes impulsaron e hicieron crecer la canción contemporánea en Cuba.
Luego de haber pospuesto la velada por problemas técnicos, llega al fin a la Sala Che Guevara, donde temas antológicos de Gerardo Alfonso y otros más recientes evocan las voces del Primer Festival de la Canción Protesta y el concierto pionero de los fundadores del Movimiento de la Nueva Trova.
El prolífico compositor recuerda sus comienzos guitarra en mano, inspirado por los fundadores y ambos eventos, con raíz en la emblemática institución cultural de Tercera y G en el Vedado capitalino.
Aunque el protagonista del concierto de mañana viernes en Casa de las Américas pertenece a la segunda generación de aquella epopeya estética y conceptual, defiende la llamada música del mundo, de ahí lo diverso de sus discos, reflejado en un recital con títulos de su más reciente fonograma La ruta del esclavo.
Para la ocasión se mantiene el programa publicado anteriormente, con la compañía de Pablo Menéndez, fundador del Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC y director del grupo Mezcla, Erick Méndez, miembro del Movimiento de la Nueva Trova, así como Daisy Brau y Obareanlé, agrupación vocal representativa de las tradiciones musicales arará de origen africano. De las propuestas en desarrollo con algunos de estos invitados nacerán otros trabajos, que germinan poco a poco.
Y para cerrar este viernes, como ya se había, anunciado Gerardo Alfonso interpretará con los invitados su canción “Sábanas blancas”, guaguancó que casi le ha cambiado el nombre al cantautor, por la popularidad obtenida.
