Por: Grisel Oquendo
La familia cubana del siglo XXI, se tiene que parecer a su época. Para muchos, sin previo análisis en el nuevo documento jurídico relacionado con el Código de la familia, el poder del hombre de la casa está en juego.
Sin embargo si hacemos un estudio exhaustivo de los artículos #143 y #286, en su lectura nos daremos cuenta que no disminuye la responsabilidad ni la autoridad, sino que nos conduce a una manera diferente.
El llamado es, a la práctica de ésta actividad a través de la comprensión por las vías del amor y el diálogo. Para resaltar el modelo afectivo y sensible de lo que significa ser padre, el Doctor Julio Cesar González Pagés, ensayista y profesor de la Universidad de la Habana, iniciador del debate de género en Cuba, ofrece declaraciones exclusivas para Radio Cadena Habana:
El código de las Familias realmente matiza las masculinidades cubanas con nuevas formas, creo que tiene que ver con los nuevos tiempos, nos da la posibilidad de tener paternidades más responsables, es decir que nosotros los hombres nos involucremos de una forma más responsable en la educación de nuestros hijos, pero amparados por la ley.
Anteriormente en el código que lo precede hay muchas ambigüedades sobre cuál va a ser el papel y la función de nosotros los padres.
Creo que por eso el código revoluciona todos los comportamientos de nosotros los hombres y tiene que ver con masculinidades más contemporáneas, donde hemos dejado quizás las labores más tradicionales por otras funciones de la vida, compartir más los espacios con nuestras compañeras mujeres y creo que va de eso en muchas de las leyes que están plasmadas, relacionadas también con el tema de la violencia, es decir hay un diseño para ello, y no sólo los padres, también los abuelos, los tíos, nos vemos beneficiados dentro de éstas leyes. Por eso es muy importante que las personas se lo lean, hay muchos detalles y para uno poder opinar tendría que valorarlo.
Así que considero que éste Código de las Familias está atravesado por las nuevas masculinidades que emergen hoy en el escenario, social, cultural y político cubano».
Sin estereotipos de género éste documento jurídico, moderno y diverso, nos ofrece una relación en la cual todos y todas ganamos, donde proliferan ambientes sanos y vínculos emocionales confiables, y reconoce de forma equitativa el núcleo fundamental de la sociedad, ya sea unidos por lazos de sangre o afinidades. Recordemos a Cintio Vitier cuando dijo: “La familia es el camino hacia la patria”.