Sara González, cronista musical de su tiempo

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En su Jardín de la Gorda, la peña musical que rinde homenaje a la cantautora Sara González, esta cronista musical de su tiempo resurge en cada artista que interpreta sus canciones en el patio del Centro de la Décima Iberoamericana, en el barrio del Vedado habanero.

Su canción narra los acontecimientos sociales de su amada Isla, con ese cantar de gesta que emociona a todo el que escucha su poderosa voz. Aún entre las jóvenes generaciones son conocidas sus composiciones porque los que crecimos con ellas no permitiremos que se olviden: ʺMi caballeroʺ, ʺMis versosʺ, ʺYo sacaré lo que en el pecho tengoʺ, y su obra cumbre: ʺGirón, la victoriaʺ.

Sara González trascendió como la voz femenina del Movimiento de la Nueva Trova. Atrevida y desenfada derribó las barreras de los prejuicios y abrió el camino a muchas mujeres que reconocerían en ella a una maestra.

En el capitalino municipio de Marianao se escuchó por vez primera, el 13 de julio de 1951, el primer llanto potente de Sarita. Desde este día, que marca su nacimiento, sus padres reconocieron su don y muy pequeña le trasmitieron el amor por la música. En 1966 ingresa en el conservatorio Amadeo Roldán, donde realiza estudios de viola y después de canto.

En 1972 se unió al Grupo de Experimentación Sonora del ICAIC, en el cual aprendió composición, armonía y orquestación con el mejor, el maestro Leo Brouwer.

Su primer disco es una joya de la música cubana, hoy aplaudimos su brillante trabajo al musicalizar los Versos Sencillos de José Martí. Alfredo Guevara la llevó a componer bandas sonoras para el cine. Además, incursionó en la música para televisión y radio. Sus canciones apasionadas y comprometidas con su tiempo transmitieron los fragmentos de los sucesos sociales y políticos más importantes de Cuba.

Dicen erróneamente que el cáncer le ganó la partida el 1 de febrero de 2012. La Gorda, apodada así cariñosamente, vive en esa misma historia, que virtuosamente, tradujo al lenguaje musical.