«La muerte no es verdad cuando se ha cumplido bien la obra de la vida». Con este axioma de nuestro Apóstol, como principal pretexto, la librería Fayad Jamís en La Habana Vieja, se tornó el pasado 24 de enero en plaza para evocar a dos representantes de los medios de comunicación masiva en el país, que partieron a la eternidad el primer mes del año en curso.
Ellos son Mayra Cue Sierra y Alberto Ajón León, en cuyas personalidades se materializan las palabras de José Martí cuando expresó: «Servir es mi anhelo y hacer felices a los hombres, (…) Es mentira que la memoria acabe, con la muerte».
En palabras del crítico y periodista, Fernando Rodríguez Sosa, anfitrión del espacio, Mayra Cue Sierra, investigadora de la radio y la televisión, asesora y guionista de programas televisivos y columnista de publicaciones periódicas digitales, es autora de una obra que rescata momentos de la historia de la Radio y la Televisión en Cuba. Estuvo vinculada al Instituto Cubano de Radio y Televisión durante décadas, y nos deja una obra inconmensurable, para acercarse a la radio y la televisión en la mayor de las Antillas”.
Mayra era muy estudiosa, sus libros tienen un fuerte rigor y lo que dicen, es totalmente verdadero. Dejó dos grandes textos inconclusos, uno sobre Pumarejo, y otro acerca de la primera telenovela y las primeras radionovelas en Cuba.
Estas fueron las frases con las que la doctora Norma Gálvez, directora de Ediciones en Vivo, inició su remembranza, sobre Mayra Cue, “cuya pérdida, es muy lamentable, para el estudio de la radio y la televisión”, dijo.
Como parte de la recordación se habló de dos libros de su autoría: Orfebre de un sueño y Relatos del éter, publicados por aquella casa editorial. “Ambos no son para leer, sino para tener, por su alto valor referencial. Atesoran datos sobre programas, artistas, directores; son base para la elaboración de la teoría”, indicó la Doctora.
En este mes de enero de 2024 los cubanos lamentamos con igual intensidad la pérdida de Alberto Ajón León, periodista, narrador, pero más que todo un verdadero Maestro.
Es referente obligado, no solo de la emisora Radio Reloj, donde se desempeñó durante décadas con su magisterio y secciones habituales, entre ellas El oriundo de Jobabo y la dedicada al uso y abuso del idioma español, sino para toda la radio cubana.
Publicó varios libros, entre ellos: Pesquisas en Castalia, ganador del premio Pinos Nuevos y Lacónica crónica del oriundo de Jobabo, publicado por el sello En Vivo.
Para repasar, la vida, obra y entrega de Alberto Ajón León a la emisora Radio Reloj, Rodríguez Sosa conversó con Aydenis Ortega Che, directora de esta planta radial, quien señaló:
Ajón se nos fue en un lapso de tiempo rápido. Había planes para que impartiera un curso de redacción y estilo, en este mes de enero…y hoy estamos aquí celebrando su vida, legado y el compromiso de mantener sus enseñanzas. Permaneció en Radio Reloj treinta y cinco años, sembrando valores culturales. Con un elevado poder de síntesis escribía lo mismo sobre fenómenos sociales, acerca de la subida de los precios, la mala educación o la música alta, pero también nos acercaba a momentos históricos o figuras relevantes, todo en un minuto.
En el encuentro conversaron sobre Ajón dos de sus colegas y amigos de Radio Reloj, Pedro Quiroga y Raúl Menchaca. El primero se refirió a su entrada a la emisora, así como a las enseñanzas del maestro para una mejor profesionalidad, mientras Menchaca enfatizó en la personalidad de Ajón, su elevado sentido del humor y conocimientos sobre el idioma español.
“Su ingreso a Reloj significó un cambio trascendente en la redacción, pues era un gran conocedor del idioma, nos insufló a todos la necesidad de defender y cuidar el lenguaje”, afirmó el periodista.
Alberto Ajón León comentó en algún momento a Rodríguez Sosa: “Soy un individuo que hubiese querido pasar inadvertido, que hace lo que hace por necesidad; más, por la necesidad ajena, que por las mías propias (…). Una persona que lo menos que trata de hacer, es ostentar”.
El legado de Mayra Cue Sierra y Alberto Ajón León, estará siempre en la memoria para este tiempo y para el tiempo por
