La verdadera historia de la Ritmo Oriental

Ritmo Oriental

La orquesta Ritmo Oriental data de 1956, al igual que La Sublime y Rumbavana (1955). La charanga parte de la idea de Elio Revé en la antigua estación de CNC Radio de Cuba, hoy conocida como Radio Rebelde.

La Revé se presenta en el cabaret Alloy de Luyanó; pero ya en 1958 según cuenta, con toda precisión, Enrique Lazaga, el changüí todavía no era reconocido por todos y, los jóvenes músicos no estaban interesados en esa música.

La orquesta continuó sin Revé, y el locutor Eddy Martin siguió anunciándola como La Revé: El Ritmo Oriental. Revé protesta y entonces Eddy Martin solamente los anuncia como “La Ritmo Oriental”, bautizando de esa manera la charanga habanera.

En ese año de 1958, la Ritmo sustituye a la Aragón en Tropicana. El trabajo de La Ritmo era hacer suplencias en el famoso cabaret. «En esa etapa yo estaba trabajando en España, regreso y me integro a La Ritmo —certifica Enrique Lazaga—, yo entro en las tumbadoras y en la administración; es el momento en el que la Ritmo empieza a despegar».

En Tropicana la Ritmo se mantiene por seis años, lo cual colaboró en su difusión con un público internacional y que se fueran impregnando del espectáculo.

La sección rítmica Lazaga-Claro-Daniel (güiro-congas-timbal) fue sentando pauta en la música de su tiempo. Ya para la década de 1970 todo estaba listo para la introducción de cambios conceptuales profundos, a tono con lo que sucedía con otras agrupaciones hoy de renombre.

Uno de los momentos importantes es la llegada, en 1970, de Tony Calá. «Yo tocaba el violín —me cuenta Calá—, entonces hacía mis coros; hasta que un día me piden que sustituya a Juan Crespo Maza (cantante y compositor) que estaba indispuesto, Y canté ese tema llamado “Son de Claro”».

Recuerdo que Tony tenía tremendo swing, una fuerte juventud, ímpetu en la música y la canción que llevó después a NG La Banda, pero eso será tema para otro artículo. Después de Calá, llega en el violín, en 1980, David Calzado, que también estaba deseoso de triunfar.

Las actuaciones de la Ritmo van subiendo, el tema “Mi socio Manolo” es un hit que golpea en la popularidad. Otro cañonazo fue “Yo bailo de todo”, que se convierte como en un himno de esta charanga. Otros temas de sabrosura viva: “Yo traigo panetela” y “Con el chenche buchenche”, puro folclor callejero que se cuela en los carnavales de todo el país.

La Ritmo se caracteriza por novedosos coros y tumbaos, clave rumbera, la respetuosa marcha rítmica, clímax y anticlímax. El bailador era lo primero en esa orquesta de ritmo oriental.

Los muchachos de la Ritmo estaban interesados en el gran show, por lo cual exponen atractivas coreografías de los propios músicos en las presentaciones en vivo. El dueto de Tony Calá-David Calzado era algo para disfrutar. Los recuerdo en una presentación en el teatro Mella y aquello fue impresionante.

Tony Calá, que estudió violín, crea, junto a Humberto Perera, el ʺRitmo azúcarʺ y “Azúcar a granel”. Tan efectiva resultó la experiencia que NG La Banda, en la canción “Échale limón”, la incorpora inteligentemente.

La Ritmo merece un estudio, como casi todas las agrupaciones triunfadoras de Cuba. Es hora ya de conformar en Cuba una “Escuela de Música Cubana”, para ofrecer a Cuba y al campo internacional, lo mejor de nuestra música.

Algunos de los músicos que pasaron por la Ritmo fueron: Elio Revé, Enrique Lazaga, Pedro Calvo, Tony Calá, David Calzado, Juan Crespo, Roberto Núñez, Rodolfo Vaillant, Ibrahim Ferrer, Jorge A. Abal Manzano, Rigoberto Saavedra Larrinaga, Silvio Tarín y Rafael Limonta Eloy.