Alicia, renace en su danza

Alicia Alonso

Alicia Alonso renace en su danza una y otra vez con cerradas ovaciones. La mítica Giselle criolla ha devenido espíritu altivo que inspira al ballet cubano.

Desde su nueva dimensión de estrella rutilante camina en puntas, observa, indica aquí o allá, crea incesantemente. Su cuerpo no está más en los grandes escenarios que la vieron triunfar, pero su devoción se multiplica en la escuela que forjó.

Cada figura que surge continúa su ejemplo. Los que no alcanzaron a sentirla cerca, escuchan sus historias. Su vida es leyenda cantada y bailada por quienes enaltecen su maestría.

Ahora la diva ilumina a quienes festejan a través del programa por el aniversario 75 de la creación de la compañía cubana por ella y los hermanos Fernando y Alberto Alonso. Su entrega al colectivo que fundó la inmortaliza, por eso nunca estará lejos de la Patria que tanto amó y defendió. Ella no temió ningún contexto para salir impetuosa a darlo todo por el país que la vio nacer, el mismo que la evoca como reina de la danza.

La gloria la convirtió en disimiles personajes que mostraron su don para hacer cubanía desde un gesto, un movimiento, una mirada. Además de la sensible Giselle, también la soberbia Carmen o las opuestas Odette-Odin, vistieron a la prima ballerina assoluta.

No pocas agrupaciones del orbe reconocen su legado, tanto como la maravillosa compañía que ayudó a crecer y a convertirse en paradigma del ballet mundial. Seducidos por sus enseñanzas, llegaron colectivos desde lejanas latitudes a esta pequeña Isla a danzar junto a ella y sus alumnos.

Faltan apenas unos días para celebrar los 75 años de creada una institución que hoy se enorgullece de llevar el nombre de la fabulosa bailarina. También resulta escaso el tiempo que nos separa del aniversario 80 de su debut en Giselle.

Estamos a solo dos meses para su cumpleaños 103. Tanto vivió y todo por su pueblo, al que le ofreció su obra en cada rincón del archipiélago y le dio la oportunidad de aprender y disfrutar del mejor ballet clásico sin elitismo.

Justamente nos separan unas horas del día sagrado en que hace 155 años arte y compromiso forjaron un himno rebelde y comenzamos a ser mambises. Y es el momento preciso de reverenciar a esta mujer leyenda, que desde hace cuatro octubres se eleva en su baile impecable por la cultura cubana para todos los tiempos.