Habana Mambo Festival: hacer, pensar y sentir la música y los bailes populares

Por: Giusette León García

La tercera edición de Habana Mambo Festival sesionó por estos días en la capital de la isla de la música: Cuba. El evento, que organiza y preside Arnaldo Rodríguez TALISMÁN, estuvo dedicado a celebrar los 107 años de Dámaso Pérez Prado, y comenzó justamente el 11 de diciembre, fecha en que nació el Rey del Mambo.

El plato fuerte fue el Coloquio Internacional Dale Mambo, a cargo de la experimentada musicóloga y productora Cary Diez y su colega Yurien Heredia, profesora e investigadora del Centro de Investigación y Desarrollo de la Música Cubana.

Con el mambo como hilo conductor, el espacio teórico abordó diferentes géneros, sonoridades y expresiones danzarias del acervo cultural de la nación. Desde la influencia de la herencia arará en nuestros ritmos y bailes populares, con la maestra Teresita Baró, portadora de esa tradición y profesora de la Escuela Nacional de Arte, hasta el viaje Del mambo al hip hop, a través de un documental del realizador norteamericano Henry Chalfant, presentado por la antropóloga argentino-estadounidense Melisa Riviere.

Homenajes a leyendas vivas de nuestra música popular como la sempiterna Aragón y el Piquete Típico Cubano, así como la celebración de los 15 años de la Joven Jazz Band, que dirige el maestro Joaquín Betancourt, alternaron con ponencias de jóvenes y consagrados investigadores, lanzamientos de fonogramas y audiovisuales, miniconciertos de agrupaciones como el propio Piquete Típico y la Banda Real Maravilloso.

El cierre lo garantizaron nada más y nada menos que los Muñequitos de Matanzas, con un rumbón de altura, que llegó hasta la Casa de la Música de Miramar justamente desde la cuna de Pérez Prado: la Atenas de Cuba.

Pero el espíritu del evento lo expresó muy bien Orlando Valle, Maraca: «Es sumamente importante lo que se armó, porque tiene corazón y tiene inteligencia».

Este virtuoso músico cubano se declaró «muy feliz y muy contento de que me hayan invitado aquí a poner mi granito de arena para lanzar un disco en este bello evento. Fue muy cordial, fue una hermandad lo que vi. Aprendí mucho, por ejemplo, de la cultura arará, que había estudiado un poquito, pero no tanto como hoy. Es muy necesario que las nuevas generaciones aprendan y crezcan sabiendo de lo que somos, porque si no, todo esto se pierde. Es muy importante lo que ocurrió aquí: se combinaron estilos, conocimientos, prácticas y anécdotas y todo… Me sentí como en familia, la verdad».

Carlos Álvarez Afrokán también opinó: «Esta jornada fue magnífica, nos hemos encontrado músicos que hemos trabajado juntos antes. Maraca, que fue compañero mío de Irakere y nos conocemos hace tanto… La verdad, que ha sido un placer para mí. Estos espacios son buenísimos para que la gente conozca de la música nuestra, son eventos que hay que hacerlos siempre».

Luego de reconocer a la musicóloga Neris González Bello, quien lo acompañó a dialogar sobre el mambo en las orquestaciones de la música popular, el pianista, compositor y productor Emilio Vega destacó: «El coloquio fue maravilloso. Tener aquel Piquete Típico, con esos bailadores defendiendo el danzón, nuestro baile nacional, un género al que a veces no le damos la importancia que lleva, cuando la gran mina de Cuba es la música».

El maestro Joaquín Betancourt, Premio Nacional de la Música valoró: «Muy buena jornada, con el calor que se necesita en este tipo de eventos. Felicito a Cary, a Arnaldo y a todo el equipo. Todo lo que se hizo hoy aquí, sin dejar de ser organizado, tuvo un carácter muy espontáneo, y eso es propio de nuestra música, es propio de nosotros los cubanos ese amor, esa pasión».

Fuente: CubaSí