La declamación en los medios. ¿Luces o sombras?asiones escucho decir que “la declamación ha perdido protagonismo en la radio y la televisión cubanas”. En busca de respuestas ante tal aseveración conversé con el Maestro Alden Knight , voz autorizada en lides poéticas.
Recordemos que Alden es camagüeyano, pero comenzó siendo muy joven en los medios de Guantánamo, luego de trasladarse a esa región de la entonces provincia de Oriente. Allí, con 16 años tuvo su primera experiencia radial en la emisora CMKS Radio Salón y fue en un programa para concursantes donde ganó con la declamación, un estilo que trajo para el muchacho nuevas perspectivas.
“Los directivos de la emisora me sugirieron venir para La Habana y presentarme en un espacio dirigido por José Antonio Alonso. El programa llevaba su nombre y era una réplica de La corte suprema del arte. Allí también gané, algo bastante difícil, pues ese día se presentaron cantantes, bailarines y de otras especialidades, mucho más populares que la declamaciónʺ, aseguró.
ʺSin embargo, me alcé con el primer puesto con el poema costumbrista No quiero ser general, de Paquita Bousquet Veliz. A partir de ese momento me consagré al arte de recitarʺ, dijo el Premio Nacional de Televisión.
Luego, Alden comenzó a hacer roles de jamaicano y guajiro dentro de la poesía, lo cual le pareció muy interesante a José Antonio, quien tuvo la idea de establecer un dúo de recitadores junto a Asenneh Rodríguez, (devenida en una de las actrices más carismáticas y versátiles de las artes escénicas cubanas).
Según indicó el galardonado con la Medalla Alejo Carpentier, este fue un trabajo muy atractivo y simpático de corte costumbrista, que en ocasiones utilizó poemas de su autoría.
¿Cómo era la dinámica poética en los medios en esa época?
La poesía se utilizaba bastante. No existía emisora de radio sin programas poéticos, casi siempre los versos eran de corte romántico y muy pocas veces sociales. En la televisión eran menos recurrentes, pero se hacían también, así como en los centros nocturnos. Hubo actores devenidos en extraordinarios declamadores. Recuerdo a Enrique Santiesteban, Carlos Badía, y en los centros nocturnos a Humberto de Dios, aunque hubo otros de altísima calidad, cuyos nombres no recuerdo en este momento.
¿Fue anfitrión de algún espacio dedicado a la poesía?
No, yo trabajaba la poesía en programas humorísticos radiales y en espacios televisivos de variedades. Dentro de ellos Casino de la alegría, Jueves de Partagás, en el espacio de las 9 de la noche de CMQ, donde estuvo con antelación Luis Carbonell.
A pesar de iniciarse en la declamación devino en uno de los mejores actores del país. ¿Cómo y por qué se estableció ese tránsito?
Me alejé un poco de la declamación por la necesidad de actores para la programación dramática de la TV, sobre todo negros. Nuestro actual sistema social estaba en el poder y Fidel había dicho que no se podía contar nuestra historia sin negros y mestizos y estos no abundábamos en la TV. Fue entonces cuando me cayó una bandada de programas que realicé con mucha satisfacción y orgullo porque para esa altura la actuación era mi principal estímulo.
¿Qué representa para usted la poesía?
Algo extraordinario, cada poema lo asumo como un personaje más o como una obra teatral, con su exposición, nudo y desenlace. Si carece de todo esto, entonces dice poco o nada. Quizás esta perspectiva sobre la declamación sea una de las razones por las que hago la poesía actuada. Es una praxis que aconsejo a mis alumnos.
¿Cree usted que la declamación ha perdido protagonismo en la radio y la televisión cubanas?
Pérdida de protagonismo no es la frase correcta, sino uso de nuevas formas. Lo que antes era declamación hoy le podemos llamar Rap. Si se analiza desde ese punto de vista entonces pudiéramos decir que el poema denominado a capella o tradicional disminuyó su presencia, fenómeno no solo en los medios, también entre las nuevas generaciones de recitadores que apuestan por una manera de decir diferente. Esto no lo podemos visualizar como algo negativo, pero si como parte de constantes cambios que tuvieron sus destellos en Luis Carbonell con esa manera tan musical de declamar montado todo el tiempo en el ritmo de la clave. Repito, la poesía sigue en los primeros planos de nuestros medios, pero con nuevos caracteres protagonizados sobre todo por los jóvenes. Hoy existen canciones que al analizarlas son poemas por su extensión. De igual manera tenemos a los decimistas que son poetas también, declamadores que se acompañan o no con instrumentos de cuerda pulsada. El proyecto Oralitura Habana cuenta con magníficos jóvenes declamadores que tienen la virtud de crear sus obras e interpretarlas. Todo esto nos dice que la declamación en radio y televisión está cubierta de luces y no de sombras.
Cuando hay un acto social los poemas se hacen en su forma más tradicional ¿por qué?
Sin dudas porque en esa modalidad la palabra adquiere más fuerza. No hay música que distraiga la atención de los oyentes, no hay sonoridades que ayuden a transmitir el mensaje y la palabra se vuelve el único recurso del declamador, de conjunto con la gestualidad corporal, que debe estar en correspondencia con el texto. Por todas estas exigencias, cuando hay un ejercicio de este tipo se busca a declamadores experimentados, para que el público entienda esa poesía como un discurso, a la vez armonioso y artístico. El tiempo pasa, las cosas se ponen viejas, pero nunca decadentes. No podemos decir un verso como lo decía Homero en su tiempo, porque los intereses son distintos.
Referente a Luis Carbonell, el también acreedor de la Medalla Nicolás Guillén aseguró:
El legado de Luis Carbonell es tan fuerte que quienes intentan seguir sus pasos simplemente caen en la imitación, que nunca llega al público como lo original. Luis tuvo un estilo que hasta hoy solo él fue capaz de hacer, todos sus poemas están dentro de la clave cubana, aunque no haya música de fondo y eso le ofrece un valor único.
¿Qué debe hacerse para enriquecer la declamación?
Encontrar declamadores más preocupados por el texto que por la voz. Personas que pongan corazón a este tipo de arte, que estudien y encuentren los diferentes matices de un poema, las intenciones, no importa si es social, romántico o humorístico, que asuman cada verso como una forma de expresión y catarsis para aquellas emociones interiores que necesitamos sacar.
¿En la actualidad en qué trabaja?
Con un grupo de jóvenes y no tan jóvenes a quienes les atrae la poesía actuada; con narradores que desean aprender a contar historias en verso. Trabajo también en radio Taino en el programa Hablando de Cuba y estoy, además, por las noches en el restaurante El Guajirito, donde conduzco el espectáculo. Allí hago poemas breves y de igual manera me mantengo en el programa de Tv Entre tu y yo, conducido por Irela Bravo y con Sonia Castro en la dirección.
Luego de repasar parte de su vida y obra, Alden Knight expresó su satisfacción con la nueva hornada de declamadores que, desde miradas diferentes, anuncian que: “La poesía es uno de los más bonitos apodos que damos a la vida”.
