El rey que cantó al amor

En las décadas del cincuenta y el sesenta, los enamorados de América Latina convertían en himnos sus composiciones.  Estas le ganaron al tiempo, encontraron su espacio en lo perdurable. Pertenecen a un hombre que era como un niño ingenuo, alegre, sencillo, conversador, amigo.  Le decían El King.  Se llamaba José Antonio Méndez.

El King nació el veintiuno de junio de 1927 en el  reparto Los Pinos en La Habana. Su padre era un obrero, barnizador de muebles, la madre, ama de casa. Ella sin embargo se esforzaba por la superación de sus hijos y les enseñó las primeras letras. Todos pasaron estudios preuniversitarios y luego cada uno tomó su camino. El de José Antonio fue la música.

José Antonio Méndez siempre sintió la música. Escribió su primera canción a los 14 años. Se llamaba “Por mi seriedad”  y en ella quiso plasmar su primer desengaño amoroso. Luego la experiencia hizo a José Antonio Méndez seguir escribiendo y encontrar amores que se volvieran música.

Para El King, el compositor no debía fabricar, sino tener una razón, un por qué componer.  Justamente el sentimiento distingue su obra. Por eso estuvo entre los más importantes exponentes del filin.

La difícil situación en la Cuba republicana hizo que José  Antonio Méndez emigrara a México. En su país fue discriminado y al llegar a la tierra de Juárez alguien al serle presentado preguntó: «¿Cómo está usted, maestro?»  Pensó que lo estaban vacilando, pero era verdad. Había respeto hacia su obra. Precisamente en la nación azteca se convirtió en intérprete de sus canciones y tuvo grandes  amigos. Compuso algunas obras y vio hacerse populares otras que llevaban largo tiempo escritas como  “La gloria eres tú”, una de sus más queridas y que parece una obra llena de madurez, sin embargo la escribió cuando tenía apenas diecisiete años.

José Antonio Méndez era un ídolo en México pero regresó a Cuba después del triunfo revolucionario. Amaba a su país y entendía que a partir del cincuenta y nueve todo iba a cambiar. Por eso dedicó a la revolución una de sus creaciones más aplaudidas, una que se tiene como canción a la pareja y que sin embargo nació con sentido épico: “Me faltabas tú”.

El artista encontró lo que le  faltaba. En una entrevista dijo: «Yo pertenezco a este pueblo con el que tenía que compartir las buenas y las malas y esto no quiere decir que no sienta mucho  amor por todos los pueblos del mundo».

El amor era la divisa de José Antonio Méndez, el King, ese que declaraba como su canción preferida la que no había compuesto. Espacio en su corazón para todas, sitio especial para “Novia mía”, dedicada a su novia que luego fue su esposa, una canción que ya tiene varias décadas y sigue sonando entrañable, como la primera vez.