Santiago de Cuba también tiene sus bandas musicales con mucho acierto, bandas que llenaron un largo capítulo en la música cubana. En esa lista se encuentra Electo Rosell Horrutiner, conocido como Chepín (Santiago de Cuba, 7 de noviembre de 1907—1 de abril de 1984).
Chepín fue un compositor, violinista y director de orquesta; cultor de géneros populares como el jazz, el son, el danzón, las guarachas y la música clásica.
A los 16 años debutó en el mundo de la creación al componer su primera obra musical, un bolero que tituló “Mis anhelos”. Muy temprano, a sus 17 años, en 1924, es contratado por Jaime Prats y viajó a Puerto Rico como violinista de la Compañía Teatral Arquímedes Pous, la gira se extendió a Santo Domingo, Venezuela y Panamá.
En 1925 regresó a Cuba, comenzó a componer y fue violinista en las proyecciones de cine mudo del recién inaugurado Teatro Cuba. Ya estaba en el apogeo musical de su tiempo en Santiago de Cuba, donde el son ya era el rey con los nuevos proyectos de sextetos y septetos. Con ese ímpetu, en 1930 fundó, junto a Bernardo Choven Villalón, un cuarteto que posteriormente fue ampliado a sexteto con el nombre de Oriente Jazz.
Chepín tenía la tesis de que, si en la capital existían muchas big band y jazz band, también en Santiago debía contarse con este formato.
Esta afamada orquesta estuvo aproximadamente 15 años en la emisora Cadena Oriental de Radio, la emisora más importante de Santiago de Cuba y donde se popularizó la guaracha, fue una de las primeras orquestas del tipo jazz band en el país y emuló con la de Mariano Mercerón en los escenarios de Santiago. Mercerón visitaba y residía etapas largas en México y Chepín quedaba como la banda del momento.
El 24 de junio de 1932 se convierte en la popular orquesta Chepín-Chovén, que por 25 años mantuvo actuaciones en todo el país. Por supuesto, en las agrupaciones casi siempre hay dos cabezas pensantes en las composiciones y orquestaciones; pero una sola es quien decide el camino final. No es fácil que haya dos cabezas pensantes en la dirección: Chepín era el acostumbrado personaje popular que compartía con todos. Choven era más formal, recogido, muy ordenado y puntual.
En la mitad de la década de 1950 se separan, después de casi un cuarto de siglo toman caminos diferentes. Chepín forma un combo que estaban muy de moda. Se presentaban por todo el país y en especial en el hotel Casa Granda.
Después de 1959, el Comandante de la Revolución Juan Almeida preguntó por la orquesta de Chepín-Choven, supo de su disolución. Se propusieron renacer esa banda tan querida, buscaron a los músicos y nuevamente Chepín y Choven se abrazaron y la querida orquesta tomaba otro aire.
El nuevo proyecto se preparó en secreto, el reestreno fue apoteósico con motorizadas de escolta a lo largo del trayecto. Muchos homenajes recibieron en vida ambos músicos y la banda santiaguera. En la década de 1970, tras un período de inactividad, se reactivó en la década del 70 con otros músicos. A la muerte de ambos, la orquesta ha continuado, conducida por Electo Rosell. La agrupación grabó numerosos discos, donde se incluyen gran cantidad de obras de Rosell, como los boleros ʺMurmulloʺ y ʺElbaʺ, los danzones ʺBodas de oroʺ, ʺDiamante negroʺ y ʺReina Isabelʺ y la guaracha ʺEl platanal de Bartoloʺ.
Entre los intérpretes que pasaron por la banda se cuentan: Manuel Licea (Puntillita), Ibrahím Ferrer, Isidro Correa, Roberto Nápoles y Carlos Quintana. Ibrahím Ferrer y Puntillita en 1997 hicieron historia en la Orquesta Afro Cuban All Stars y el proyecto Buena Vista Social Club.
Chepín fallece en Santiago de Cuba el 1 de abril de 1984, a los 76 años, en La Habana se creaba el grupo de Adalberto y su Son. Chepín fue un hombre muy dulce, fino, culto y físicamente muy esbelto, se convirtió en uno de los más importantes músicos del siglo XX en la mayor de las Antillas.
En la actualidad se realiza anualmente un concurso con su nombre, por ser una de las figuras más sobresalientes de la música de todos los tiempos y un músico integral para la cultura nacional cubana. Se decía que Caguayo (Fundación para las Artes Monumentales y Aplicadas), asumirá la creación de una escultura que honre al artista.
