Acontece primera edición de: Todo Bajo Control

Todo bajo control

En Fábrica de Arte Cubano, con el auspicio del Instituto Cubano de la Música y el Centro Nacional de Música Popular, aconteció toda una jornada que contó con un evento teórico de entrada libre; así como el intercambio con alumnos y profesores de las academias de música y especialistas del tema; la presentación del audiovisual El bajo en la timba cubana, y un recorrido por la contradanza, el danzón, el son, mambo, cha cha chá, latín jazz y el rock, en los cuales nuestros bajistas marcan pautas.

El programa de Todo Bajo Control resaltó al bajo eléctrico y al contrabajo como instrumentos principales en clases magistrales de música popular cubana, realizadas por varios instrumentistas, quienes ofrecieron al público asistente importantes herramientas e informaciones de su uso, evolución e interpretación en varios estilos y géneros musicales.

En la primera jornada en Cuba dedicada a este importante instrumento también se recordó el legado de Orestes e Israel López, Orlando Cachaito, Orestes Urfé, Arsenio Rodríguez, Sabino Peñalver y Juan Formell.

De igual modo se valoró la continuidad del instrumento en Feliciano Arango, Roberto Riverón, Jorge Reyes, Alain Pérez, Yandi Martínez y Gastón Joya.

Asimismo, se rindió homenaje a la mujer cubana intérprete del contrabajo y el bajo eléctrico, representadas por Giselda Fuentes, integrante de la agrupación Canela, quien honró la memoria de talentosas creadoras.

Virtuosos artistas, como: Pedro Pablo Gutiérrez, Barbarito Torrez, Alfredo Durán, Alejandro Mayor, David Faya, Ignacio Rubio Cervantes (Chispa), Carlos Alfonso, Roberto Vázquez Ley, y Rafael Paseiro, entre otros, mostraron que estudiar el inmenso legado de grandes del pentagrama es una manera de honrar nuestro patrimonio sonoro y enriquecer su trabajo individual.

El guarrapeo, el son chá, el danzón, el son, songo, la timba, la grabación en estudio en músicos de sesión y un concierto de cierre con David Faya y su agrupación Camino de Santiago, fueron los protagonistas de una jornada dedicada a la música cubana, el contrabajo, y el bajo eléctrico, en la cual fluyó «todo bajo control».