Teté Caturla, pasión por la música cubana

Teté Caturla. Foto tomada de Cubadebate

Su apellido denota la ilustre ascendencia musical de esta cantante nacida en Remedios el 13 de octubre de 1937. Teresa García Rodríguez, o mejor Teté Caturla, fue la hija menor del destacado compositor Alejandro García Caturla. Ahora, ante su muerte, abandona los escenarios, para habitar los espacios de la eternidad.

Su vida musical la inició a muy temprana edad en su localidad natal, de honda tradición dentro de la cultura cubana. Integró la Banda Infantil de Remedios dirigida por Agustín Jiménez Crespo y estudió en la Academia Municipal. Debutó como profesional con la orquesta Anacaona, al igual que sus hermanas, todas mayores que ella.

Sin embargo aquel fue su debut y despedida, porque la noche de la presentación quiso dar a conocer todo lo que sabía de baile y canto sin la autorización para hacerlo. Incluso mientras bailaba hasta rompió el vestido, cuyo costo el director de la orquesta le descontó de su salario de aquella noche.

Luego de tan desalentadora experiencia, se apartó de la música y para complacer a su madre estudió magisterio y hasta se graduó de maestra. Pero como lo de artista lo llevaba en la sangre, cuando le entregó el título a su progenitora lo acompañó de esta frase: «Esto es suyo, lo mío es la música». Y muy pronto se incorporó al cuarteto Las D’Aida en 1963 como su cuarta voz.

El famoso colectivo musical lo integraban Omara Portuondo, Xiomara Valdés y Lilita Peñalver, todas bajo la dirección de Aida Diestro. Con ellas actuó en los cabaret Tropicana, Caribe, Capri y Parisién, así como en los principales teatros del país y en programas estelares de la radio y la televisión. También realizó sus primeras giras por el extranjero que la llevaron a países como Panamá, Granada y México.

Teté Caturla permaneció en el cuarteto Las D’Aida hasta 1998, incluso asumió su dirección desde 1973 luego del fallecimiento de Aida Diestro. Bajo su mando, la agrupación recorrió otros escenarios internacionales, incluyendo giras más recientes por Europa, Japón, Latinoamérica y Estados Unidos. A estos países el cuarteto llevó la calidad de sus voces y un repertorio basado en obras de Portillo de la Luz, José Antonio Méndez, Adolfo Guzmán, Lecuona y Grenet, entre otros compositores cubanos.

Formar parte del cuarteto Las D’ Aida fue para ella una gran escuela, no solo porque obtuvo su verdadera formación como artista profesional, sino también como trabajadora cumplidora de sus deberes.

Además de ser la hija menor del gran compositor Alejandro García Caturla, nuestra protagonista de hoy es una consagrada cantante.

En los años ochenta y todavía al frente de Las D’ Aida, formó parte de agrupaciones informales que descargaban tanto en Cuba como en el exterior. De aquella etapa se recuerda su participación como solista del grupo Estrellas del Areíto, de la EGREM, que dejó discos memorables y que además obtuvo gran éxito en Venezuela junto a voces clásicas como la de Tito Gómez, Miguelito Cuní y Pío Leiva. Todas respaldadas por instrumentistas de la talla de Enrique Jorrín, Richard Egües y Tata Güines, por solo mencionar tres.

Tras la disolución de Las D’Aida, Teté Caturla se incorporó como solista al proyecto Afro Cuban all Stars. En esta nueva etapa de su carrera se presentó con éxito en festivales de World Music y Jazz de Europa, realizados en escenarios holandeses, suizos y alemanes.Tampoco faltaron las giras por Norteamérica, con actuaciones en Washington, New York, Toronto y Montreal.

Participó además como invitada en los discos del proyecto Buena Vista Social Club, específicamente en los grabados con Ibrahim Ferrer y Omara Portuondo.

Teté Caturla creó su grupo Rumba Tere, integrado por jóvenes egresados de nuestras escuelas de música. A ellos los entrenó poco a poco dentro de la música tradicional cubana con el propósito de que sean el relevo de su labor.

Defensora de nuestros ritmos autóctonos, prefirió lo mismo un son, que una guaracha y un bolero, que una rumba o un chachachá.

Tanto le gustaba la música cubana a esta intérprete, que una vez le pidió a Adolfo Alfonso que le hiciera una décima y rápidamente la cantó en un programa televisivo.

Poseía una exquisita voz. En su desempeño como intérprete se conjugó la tradición familiar y la experiencia adquirida junto a grandes maestros, desde Aida Diestro hasta Rubén González.

Afinación y dicción perfecta, sentido rítmico envidiable, timbre propio y versatilidad caracterizaron a esta cantante que lo que más apreció fue el cariño y el respeto del público. Especialmente del cubano, pues, aunque se presentado en múltiples escenarios internacionales, prefiere hacerlo en nuestro país para sentirse en su ambiente y con su gente.

Luego de participar en numerosos e importantes discos, grabó su primer CD en solitario con Bis Music hace más de una década. Llegó Teté se titula este fonograma que conquistó nada menos que el Gran Premio Cubadisco en 2004. Omara Portuondo, Ibrahim Ferrer y Pío Leiva la acompañaron en este álbum donde hace gala de su versatilidad y peculiar estilo interpretativo

Temas relevantes de nuestra música popular como  “Siguaraya”, de Lino Frías y “Los tamalitos de Olga”, de José Antonio Fajardo, adquieren vigencia en este CD gracias a la interpretación de Tetá Caturla. En esta obra la acompanaron talentosos músicos como Chucho Valdés, el cantante boricua Andy Montañez, el tresero Pancho Amat y el timbalero Amadito Valdés.

Pero en este fonograma que contó con la producción musical de Alfred Thompson, no faltó la participación de la más joven generación de músicos cubanos.

Respetuosamente Teté es un disco de música tradicional cubana que se pasea por los temas de Caturla, Ignacio Piñeiro, Grecia Domenech y José Antonio Méndez, entre otros compositores. Todos al estilo de una intérprete que gustó de llevar al mundo entero la música cubana, esa llevamos tan dentro los nacidos en esta tierra. A ella siempre la tendremos como defensora de lo mejor de la cultura cubana.