Sixto Llorente, el sonerísimo de Cuba

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El morfema del grado superlativo ísimo quedó a la medida para citar en un artículo a Sixto Llorente, El Indio (28 de marzo de 1948—12 de julio de 2021); a quien calificaron como el sonerísimo muy justamente.

Considerarlo como tal es complicado en esta tierra pródiga de voces que le entran con el cuerpo entero a las diversas variantes del complejo más representativo de la música popular cubana, el son. Pero creemos que El Indio lo merece.

Las veces que se le escuchó en un teatro, en una sala de baile o una plaza de pueblo, con esta o aquella agrupación, se disfrutaba y agradecía la intensidad de la entrega, la autenticidad de su canto y el sello inconfundible de un sonero singular. Pero fue en la orquesta Aliamén donde estuvo en la proa desde los 70 hasta los 90.  Nadie lo movió de allí, ni siquiera las tentadoras propuestas de Formell ni de Adalberto.

Más tarde se decidió a dar el salto y estuvo once años entre los cantantes que acompañaron a Manolito Simonet en una empresa que conjugó lo mejor de la tradición sonera con los aires renovadores de la timba, en el momento de consolidación del Trabuco, del que se le debe mucho, pienso yo.

De su paso por la Aragón expresó: «Da gusto trabajar con una orquesta de tan firmes valores, nueva vida para los clásicos y con la mirada por delante, pues, Rafaelito Lay no se detiene y sigue ampliando el repertorio de una de las orquestas que engrandecen la música cubana».

Cuentan también las colaboraciones. Por ejemplo, cada vez que un jazzista lo llamaba, le era difícil negarse. Creía en todas las posibilidades del sonido popular. El compositor, orquestador y flautista Orlando Valle, Maraca, productor del primer disco en solitario del cantante, ofreció en su día las siguientes consideraciones: “Sonero, timbero, como quieran llamarle, El Indio es, hoy por hoy, una referencia obligatoria para las nuevas generaciones de cantantes de Cuba”.    

En julio del 2021 la noticia de la muerte de Sixto golpeó duro, pero no se fue el sonerísimo, quedan sus fonogramas, valiosas joyas de la música cubana.  

Los Jóvenes Clásicos de Son, con la participación de Sixto Llorente, interpretan «Convergencia» en la televisión cubana: