“Redención”: aliento triunfal de la gloria

Rosendo Ruiz

Esta historia podía comenzar a contarse desde una rústica morada de Santiago de Cuba, donde naciera en marzo de 1885, Rosendo Ruiz Suárez o para abreviar,—como hacemos ahora— dando un salto en el tiempo, hasta 1917, fecha en la que se afirma, que el joven trovador santiaguero y sastre de  profesión, domiciliado por entonces en Cienfuegos, compuso el himno “Redención”, en homenaje al Día de los Trabajadores, y el cual es probablemente el primer himno obrero escrito en América Latina.

Por ese entonces ocupaba la poltrona presidencial, Mario García Menocal, que olvidando las glorias de su pasado de general mambí, gobernaba la Isla como  mayoral de una gran hacienda privada, enemigo declarado de la clase obrera, encabezando un gobierno netamente autoritario, represor, fraudulento y vendido a los intereses norteamericanos.

Dos años más tarde, el humilde sastre y trovador Rosendo Ruiz desempeñaba su oficio en un taller de la Calle Virtudes No. 21, en la capital cubana. Entre las personas que lo visitaban se encontraban algunos obreros de franco matiz antimperialista.  Se afirma que de ellos surgió la idea de estrenar en el acto del 1ro. de Mayo de aquel año, el himno  creado por el sastre, que aun careciendo de la técnica académica, poseía auténtico dominio de la armonía y sabía leer y escribir música en el pentagrama  .

Algunos autores han comentado, que los amigos obreros del autor del himno le dieron algunas ideas acerca de su contenido, para hacerlo más alusivo al momento que se vivía, actualización que explicaría la inclusión del verso «…Socialismo es la fe salvadora…». a tono con el apoyo que se patentizó en las celebraciones de 1918 y 1919, al nuevo estado soviético dirigido por Vladimir Ilich Lenin, y el reclamo del fin de la intervención extranjera contra la naciente Revolución Bolchevique.

Los ensayos para el debut del canto proletario se realizaron en el Centro Obrero y el 1ro de Mayo de 1919; un coro de doce voces con el acompañamiento de una orquesta, lo dio a conocer en el acto celebrado por el Día de los Trabajadores en el Teatro Payret.

Cabe recordar que aquel año el gobierno había prohibido los desfiles obreros. Fuentes consultadas aseguran que cuando el coro concluyó la interpretación del himno, el público puesto de pie aplaudió delirantemente y se escucharon airadas voces contra el imperialismo y sus lacayos gobernantes. La policía irrumpió violentamente en la sala dando por terminado el acto.

El trovador Rosendo Ruiz Suárez, lo inscribió en el Registro de la Propiedad Intelectual en la Secretaría de Agricultura, Comercio y Trabajo. Luego el himno fue publicado en una edición sufragada por el Gremio de los Metalúrgicos. Aquel himno pasó a la clandestinidad hasta que triunfó la Revolución el 1ro de Enero de 1959.

Años más tarde, el 30 de abril de 1972, durante una velada como preámbulo a las celebraciones por el Día del Trabajo en el Teatro de la Central de Trabajadores de Cuba (hoy Teatro Lázaro Peña) el coro de la CTC, integrado por trabajadores de distintos sindicatos, tuvo a su cargo la interpretación del himno obrero “Redención”.

Esta vez no hubo acciones represivas como en 1919, por el contrario primó una inmensa alegría y una sonora ovación, cuando fue llamado al escenario el anciano trovador Rosendo Ruiz Suárez para recibir la Distinción 1ro de Mayo, instituida para honrar a los escritores y artistas vinculados a la clase obrera. Y contaron los presentes que con la modestia que siempre lo caracterizó, temblando de emoción, solo atinó a decir: «Si algo fui se lo debo a mi pueblo».