Recuerdos de José Luis Cortés

el tosco

José Luis Cortés falleció el lunes 18 de abril del 2022, a los 71 años, ahora, en este cumpleaños 35 del estreno de su orquesta NG La Banda (fundada el 4 de abril de 1988), recordamos a uno de los grandes flautistas, creador del género musical conocido como timba y Premio Nacional de Música, en el año 2017.

En aquellos meses, en sus últimos días, conversamos varias veces con José Luis Cortés. Sabíamos que su estado de salud era muy complicado a consecuencia de la diabetes y otros achaques.

¿José Luis, a la distancia de más de siete décadas, quisiera que recordaras aquellos lejanos días de tu nacimiento?

Nací el 5 de octubre (Día del Pop), soy hijo de un charanguero del barrio del Condado en Santa Clara que se unió a mi mamá, Aida González Farramola, del pueblo de La Salud, que ahora pertenece a Quivicán.

¿Cómo era el ambiente de ese barrio hace más de siete décadas?

Terrible, un lamentable barrio marginal. De allí había que salir a como diera lugar.

¿A los siete años fuiste testigo de una guerra?

La guerra de Santa Clara, los aviones tiraban muchas bombas. la Batalla de Santa Clara, cuando Ernesto Che Guevara y un grupo de jóvenes revolucionarios, con una excavadora, hicieron que descarrilara un tren blindado en la Batalla de Santa Clara. Tiradera de cocteles molotov caseros.

¿Esa batalla fue salvadora para ti?

Bueno, todos tenemos un destino y, yo también tenía el mío. Me agarré de lo que viniera, primero fue una beca para la Escuela de Pesca Andrés González Lines; pero por otra parte se presentó una beca para estudiar música en la Escuela Nacional de Arte. Y, llegó primero la que tenía que llegar. Ya ves que el destino estaba ahí.

¿Crees que la música te salvó la vida?

Ya lo creo, la música siempre salva. Mira, yo tenía que ser en la música algo, porque era de piel negra, feo y muy pobre. Tenía que sacar candela de lo mojado y en eso eché mi vida.

Llegaste a Los Van Van por un destino casual?

Me avisó el chelista Masillí de Los van Van, Juan Formell se dio cuenta que yo tenía “naipe natural” y me aceptó. No sólo eso, me llevó a vivir a su casita, en Centro Habana. Además, cuando voy a pasar el Servicio Militar me guardó la plaza de flautista.

¿Aportaste algo en Los Van Van para merecerte esa plaza de músico?

Ahí tienes a César Pedroso, pianista de Los Van Van, él sabe que en España, donde todavía Los Van Van no eran conocidos, yo le puse salsa a la cosa, arreglé un tema pop llamado “Pao pao” que nosotros le pusimos “Cuéntame” y fue un palo musical. Era el más cubano de la charanga con violines.

¿Pero, después de unos diez años, pasaste a Los Irakere, un tremendo desafío?

Yo soy un atrevido, siempre me la he jugado al todo por el todo.

¿NG La Banda fue otro desafío?

También en eso jugó el destino. Chucho Valdés nos dio baja de Irakere; en esa etapa estábamos experimentando con discos Todos Estrellas.

¿Fue Chucho Valdés quien te propició ese paso tan decisivo?

La vida te pone metas y metas, y ahí estaba yo para entrarle a lo que viniera. Podíamos equivocarnos, pero nos reunimos una orquesta de Todos Estrellas; algo tenía que salir de esa experiencia, o nos retirábamos. El triunfo nos dio la razón.

¿Todos tus músicos estaban de acuerdo con tus cambios tan radicales y revolucionarios?

No todos podían entender el cambio de palo pa´rumba. La música cubana es muy fuerte y, hay muchos que le tienen miedo. Detrás de todo eso está el África ardiente. Los metales estaban muy influenciados por el jazz de Los Irakere. Pero, yo no tenía ningún interés en meterme en la emburujiña americana. Lo mío era la música negra: la conga, la rumba, el son, el mambo, la guaracha. Ellos a lo suyo y yo a lo mío. A la larga la historia nos dio toda la razón. Yo soy cubano, soy natural, como dice David Calzado.

Posiblemente muchos de tus músicos nunca llegaron a saber que estaban dando un vuelvo radical a la música cubana. La música tiene muchos misterios.

Cuando yo crecí, allá en el Condado, conocía todos los éxitos musicales de victrola. Los asiduos a la bodega tomaban su cerveza y, me daban las monedas para que les pusiera su éxito preferido. ¿Quién no se enamoró de la Aragón, del Benny, de La Sensación, de Arsenio, Chapottín, La Casino, La Sonora Matancera, Celia Cruz? Yo tenía eso adentro y, eso es lo que sinteticé en mis proyectos. He hecho muchos proyectos y aportes a la música cubana. Quizás algún día lo entiendan esos sabios de la música que tenemos en Cuba y que no saben lo que es la vida. Yo cumplí con mi país, algún día cumplirán conmigo.