Pío Leyva

Pío Leyva

Wilfredo Leyva Pascual (Morón, 5 de mayo de 1917—La Habana, 22 de marzo de 2006), conocido como Pío Leyva, fue un cantante cubano, leyenda de la canción popular. Autor de 25 álbumes desde que firmara en 1950 su primer contrato con la RCA. Ha actuado junto a grandes de la música cubana, como Benny Moré, Bebo Valdés y Noro Morales y fue miembro de Compay Segundo y sus Muchachos. También se asoció a otros soneros de su generación y conformaron el Buena Vista Social Club.

Se hizo famoso no sólo como intérprete sino como compositor. Algunas de sus obras fueron cantadas por el afamado Benny Moré y pasó a ser conocido con el sobrenombre de El Montunero de Cuba. Sus viejos amigos y el público lo recuerdan como un cantante de gran soltura e improvisación, con un manejo envidiable del verso y la décima.

PRIMEROS PASOS EN LA MÚSICA

Posiblemente ya desde mediado de los años veinte del pasado siglo, vecinos de la camagüeyana colonia Lombillo, perteneciente al antiguo central azucarero Jaronú, podían vaticinar que un mulatito siempre risueño, inquieto y hablador, llamado Wilfredo, sería artista; integraba entonces un improvisado conjunto infantil de sones manigeros.

Siendo muy joven formó dúos, tríos de voces y guitarras en su pueblo natal con Enrique Blazo, Miguel Ángel Piña y Ñico Morgado, con los que actuó en la emisora de radio CMJX de Morón.

Construyó una carrera parecida a las de muchos músicos cubanos de su generación: proveniente de una familia trabajadora, se dedicó desde joven a la música. Se inició como bongosero de la orquesta Siboney de su tierra natal y luego cantó en tríos y en otras agrupaciones de música popular. Así mismo como cantante y bongosero en la orquesta de baile de Jesús Montalvo.

En 1932 Pío Leyva realizaría su verdadero debut como vocalista profesional formando parte del excelente Septeto Caribe bajo la dirección del maestro Juanito Blez. Ya en esos años Pío era dueño de una estupenda voz afinada y rítmica de guajiro negro cubano que lo identificaba con lo criollo.

En la década del 40 del siglo XX se trasladó a la ciudad de Camagüey y entró en la orquesta de Hermanos Licea, adquiriendo la experiencia necesaria para iniciada la década del 50 lanzarse a conquistar la capital como parte de la Orquesta Hermanos Martín.

EN BUSCA DE LA FAMA

Ya en la década del 50 del siglo XX marchó a La Habana como solista y grabó numerosos discos acompañado de diversas agrupaciones musicales, y se hizo grande con su versión de la pieza ʺEl cangrejo no tiene náʺ, que lo situó en el lugar cimero de los soneros del país.

En 1956, ya radicado en la ciudad de La Habana, Pío Leyva realizó dos grabaciones de prueba para los famosos discos RCA Víctor y tuvo la gran fortuna de ser acompañado en ellas por una de las más importantes jazz band de la época: Sabor de Cuba, bajo la dirección del talentoso pianista y orquestador cubano Bebo Valdés (padre de Chucho Valdés).

En esa oportunidad dejó registrado en su voz el son montuno ʺSin caña y sin platanalʺ, y de su propia autoría ʺChapaleandoʺ, que lo daría a conocer en México por su gracia al cantarla sabroso ritmo de bachata y la realización de su primer LP titulado Soy de Jaronú, junto a la orquesta de Mariano Mercerón; experiencias que contribuyeron a establecerlo como un sonero de categoría y un fabuloso improvisador, lo cual provocó que en lo adelante fuera llamado en incontables ocasiones como invitado a participar en grabaciones de renombradas agrupaciones, como las orquestas Cosmopolita, Monumental, Novedades y el grupo de Compay Segundo.

En la década del cincuenta, denominada por algunos como la Década de Oro por sus abundantes y excelentes agrupaciones bailables, Pío Leyva es una de las figuras más emblemáticas, actuando y grabando profusamente con otras de gran prestigio como Bebo Valdés, Esteban Antune, Severino Ramos, Niño Rivera, Joaquín Mendive, Emiliano Peñalver y Mariano Mercerón. Esta es la época donde Pío consolida su fama como El montunero de Cuba, interpretando guarachas, sones, boleros, rumbas, mambos, merengues y plenas.

OTROS PROYECTOS

Participó de forma relevante en los proyectos Buena Vista Social Club y AfroCuban All Stars, que encabezaron Ry Cooder, Nick Gold, Juan de Marcos González, Omara Portuondo, Ibrahím Ferrer, Rubén González, Compay Segundo, Barbarito Torres y El Guajiro Mirabal, entre otros.

Cuando pensaba en el retiro ya con 78 años de edad, aun se mantenía en forma, se asoció a otros soneros de su generación y conformaron el Buena Vista Social Club, un colectivo de músicos que se transformó en legendario, en 1998 se alzan con un Grammy en la categoría de música tradicional y cuya historia fue llevada al cine por Wim Wenders.

Música cubana, los hijos de Buena Vista Social Club fue uno de sus últimos trabajos musical-cinematográfico en el 2003. Filme realizado en Cuba y en Japón que aunó a los mejores artistas jóvenes de la generación de los 90′: Roberto Carcassés, Samuel Formell, Mayito Rivera, Osdalgia, Feliciano Arango, Alexander Abreu, y Julito Padrón, por solo citar algunos.

Fuente: Ecured