Maestro Roberto Valera regala doce joyas a Yaima Sáez

Yaima Sáez Y Roberto Valera

El prestigioso compositor, arreglista y director  de orquesta  Roberto Valera escogió a la talentosa intérprete Yaima Sáez para poner la voz a doce de sus creaciones, esta vez un tanto alejadas de la música de concierto.

La versatilidad de la camagüeyana y sus reconocidas cualidades vocales fueron los principales motivos para la elección, comentó el prestigioso maestro, Premio Nacional de Música 2006.

«…Yaima es una de las  voces privilegiadas que tenemos en estos momentos de la Canción Cubana, por eso cuando decidí hacer un disco con las canciones populares que he compuesto a lo largo de mi vida, pensé en ella. Estos temas han sido compuestos en distintas etapas, no fueron grabados antes  y en algunos casos nunca cantados. Las doce canciones contenidas en el disco tienen diferentes estilos, atmósferas, técnicas y pertenecen a diversos géneros musicales, y ella tiene la suficiente experiencia y versatilidad para cumplir mis exigencias de que fuera una sola cantante la protagonista del volumen, capaz de darle a cada tema el sabor que le toca…»

Doce joyas para Yaima es el título del fonograma que se gesta en los estudios D’Bega y que saldrá al mercado con la producción general de José Manuel García, al amparo del sello discográfico Bis Music.

Aparecerán en el fonograma el son,  la canción, la bossa nova, el tango, el bolero y otros serán los ritmos a disfrutar en el disco, todos con el estilo inconfundible de Sáez.

Sobre el significado de esta elección como intérprete la popular cantante dijo: «…para mí es un honor y un desafío inmenso, porque sé perfectamente quién es el maestro Valera, y pondré todo el empeño en no defraudar su confianza. Entre las motivaciones que tengo para interpretarlas e incluirlas en mi repertorio está las que me recuerdan de la manera de componer de grandes de la música cubana, casi olvidados, como Mario Fernández Porta, Julio Gutíerrez y otros».

Fundamentalmente conocido por sus vínculos con la música de concierto, Roberto Valera  es uno de los más encumbrados músicos cubanos.

Distinguido como uno de los más importantes compositores de música académica en la isla. Trabajó de 1961 a 1965 como asesor musical del Instituto Cubano de Arte e Industria Cinematográficos (ICAIC), al tiempo que iniciaba también una carrera como compositor cinematográfico.

La canción “No es que haya dos lunas en el cielo”, tema musical del filme cubano La Salación (Manuel Octavio Gómez, 1965) encabeza el disco.

«Este tema fue creado para el primer largometraje de ese guionista y en un principio fue cantada por Luisa María Well y Miguel Ángel Piña, después de aquella grabación en los estudios de la calle Prado no se había vuelto a cantar, y ahora la retomo como si fuera nueva», acotó el octogenario músico.

Para Yaima esta oportunidad es también un regalo a la memoria de su mentor el maestro Luís Carbonell, quien por mucho tiempo fue responsable de seleccionar el repertorio que interpretaría y trabajar sus posiblidades vocales y desempeño escénico.

«Estoy segura de que él estaría de pláceme viéndome involucrada en este proyecto. Los aportes de estos dos grandes a mi vida profesional y personal han sido muy grandes e importantes, entre los dos se resume una humildad poco frecuente en la actualidad y eso lo he aprendido con ellos siendo mi mejor arma. Estar en las manos de Valera y Carbonell es sinónimo de estar en las manos indicadas, y eso ha sido una bendición que me ha marcado el camino: estar en el momento indicado con las personas indicadas».

Entre los elementos que distinguen a éste, de sus discos anteriores Identidad y Armonía destacan lo inédito de los temas, tantos géneros y estilos diversos, en ese sentido comentó: «Sin entrar en términos técnicos este disco tiene elementos que como cantante exigen mucho de mí, porque tiene melodías muy difíciles de ejecutar, lo que hace que para mí sea una muestra de la evolución de Yaima Sáez. El amplio abanico de temas y posibilidades que el maestro supo reunir en Doce Joyas… es como saldar una deuda que tenemos las cancioneras con ese género y  uno de los aportes de Valera, quien se acerca al compositor que hace rato que no tenemos, comprometido con la canción cubana».

El volumen es, al decir del maestro Valera, un homenaje secreto a su madre, quien se hacía acompañar de canciones tarareadas por ella misma, cuando cumplía con sus obligaciones hogareñas.

Prestigiosos instrumentistas participan en este volumen: Lázaro Rivero «El Fino» (contrabajo y bajo), José Julián Morejón «JJ» (percusión cubana), Ángel Toirac (piano), Molote (trompeta), Coqui Calzadilla (clarinete) y una orquesta de cuerdas provenientes de la Orquesta Sinfónica Nacional, entre otros.

Los arreglos también tiene el sello de grandes músicos cubanos: Efraín Chivás «Pacho», el propio Valera y Ángel Toirac, quien se estrena en esta área. 

Vale destacar la presencia de la cantautora Martha Valdés en la redacción de las notas discográficas, elemento que le aporta un valor añadido al material por lo imprescindible de su presencia en la música cubana, en especial en la canción.

El arte final del volumen estuvo a cargo del fotógrafo Rafael Valiente, quien ha estado cerca de Sáez desde sus inicios profesionales con el concierto Joyas del tiempo.

(Tomado de Cubarte)