Lo oculto y desconocido (Parte 15)

Timba

Por: Joaquín Betancourt Jackman (Premio Nacional de Música 2019)

La década de los años 90 del pasado siglo, paralelamente a ese periodo crítico de Cuba, bien conocido por todos, emergió un fuerte movimiento musical alrededor de la música popular bailable que muchos le llamaron y aún le llaman, ʺel boom de la salsa cubanaʺ.

No es menos cierto y no recuerdo en mi existencia otro periodo de la música popular bailable tan creativo, tan esperado y acogido por su pueblo todo, incluyendo los que siempre estuvieron alejados de estos géneros, querían ser “salseros”.

Era la llamada “salsa cubana”, la solución de todo, la reina absoluta, tan así que lo inimaginable ocurría y se trata que ya en los actos públicos estaba la presencia de alguna que otra orquesta de salsa cubana, cerrando por todo lo alto. La salsa cubana estaba presente en primer plano de campaña promocional de cualquier cosa.

Sin dudas, para los que amamos y defendemos la música cubana a cualquier precio, fue una etapa bella, divertida, que sin nada que negar, trajo beneficios para la vida personal de muchos músicos, pues tal como la sudaban, la ganaban económicamente.

El músico popular dedicado a lo bailable ascendió sin dudas un escalón más en la sociedad.

Pero no solo ganó clase y respeto la música que se hacía en vivo, sino que esta música tenía una respuesta promocional nacional e internacional, gracias a la inserción en nuestro país de casas discográficas foráneas y la suma a esta carrera de las discográficas nacionales, se comenzó a tener más respeto por el derecho editorial y autoral, la calidad del resultado sonoro en las grabaciones, dio un salto importante de calidad y el papel del productor musical comenzó a tener la autoridad que requiere, e imperar un alto respeto.

Por supuesto que, en algún momento, este furor nacional, por lógico desarrollo de otras corrientes, iría cediendo el paso a otras nuevos lenguajes, corrientes y estilos de la música, que es un proceso natural válido para todo lo que se establece como moda. Pero lamentablemente para la llamada ʺsalsa cubanaʺ, no tuvo un proceso natural de descenso, ese periodo fue forzado y de muerte súbita, por el apresuramiento de toma de decisiones absurdas.

Los que tuvimos protagonismo en esta historia o periodo, vemos con muy buenos ojos, alegría y nos emocionamos de que, las generaciones de personas y músicos que nacieron y surgieron luego de ese periodo, valoren con respeto y asombro, todo el arsenal creativo de esa época, como su música nacional asumió el más alto peldaño de preferencia, esa música fue reina en su tierra.

Musicalmente se hicieron cosas increíbles, tanto por los que lideraron ese movimiento, como los que lo acompañaron.

La alegría y satisfacción fue superior, diría como nunca. Y es por ello, los que por estas redes los que han visto el Team Cuba de la música popular de aquella época, se quedan como esperanzados para que un día ello vuelva a suceder con nuevas caras e igual o superior talento.

Ojalá se haga el milagro algún día y que después de la muerte súbita, se haga la resurrección.

Tomado del perfil de Facebook de Joaquín Betancourt