Las glorias del Titán, en versos y música

Antonio Maceo

Alejo Carpentier, Premio de Literatura en Lengua Castellana Miguel de Cervantes, cultivó con éxito, además de la narrativa, la crítica periodística cultural y el ensayo. Se destacó también como teórico del mundo latinoamericano y caribeño, y como musicólogo.

En uno de sus abordajes de la música cubana afirmó que toda la historia de Cuba está escrita en sus canciones políticas.

Ciertamente, bardos y trovadores han realizado un relato musical de los hitos fundamentales del proceso histórico nacional, principalmente los que se vinculan a las luchas revolucionarias de nuestro pueblo, que comenzaron el 10 de octubre de 1968 con al alzamiento en La Demajagua y se prolongaron, en sucesivas etapas, hasta el triunfo de la Revolución.

Durante esas batallas centenarias, muchos sucesos y figuras encontraron asiento en la memoria afectiva del pueblo y en especial, fertilizaron la frondosa imaginería de poetas y cantadores.

La egregia estatura histórica del Mayor General Antonio Maceo, fue uno de los paladines nacionales que enamoró las musas de versificadores y autores musicales. En propia vida del Titán de Bronce, le cantaron juglares campesinos en sentidas décimas improvisadas que, por su carácter de ocasionales, quedaron extraviadas en los meandros de la desmemoria.

Otras inspiraciones de esa época se conservan como tesoros de la historia, tal es caso del “Himno Invasor”. Con versos escritos por el entonces comandante del Ejército Libertador, Enrique Loynaz del Castillo, con música del holguinero Dositeo Aguilera, con la colaboración del propio Loynaz y del teniente Jesús Avilés, también holguinero. Se sabe que Loynaz propuso inicialmente que la marcha se llamase “Himno a Maceo”, pero el propio Maceo ordenó que se retirara su nombre del título y se nombrara “Himno Invasor”.

Nuevas inspiraciones se sumaron al homenaje musical al iniciar el siglo XX. De ese entonces son los aportes de dos pedestales de la trova tradicional cubana: Sindo Garay, que compuso “Clave a Maceo” y Alberto Villalón, quien escribió            “Canto a los héroes”. Éste último recordó a Maceo a solo cinco años de la pérdida de su vida en la manigua redentora, con los siguientes términos:

Quien no admira tu acción/ Maceo querido/ Quien no ama con fe a Cuba hermosa/ las verdes palmas y los claros ríos/ lloran tu ausencia/ se siente tu vacío.

Años más tarde, el conjunto Chapottín, con su cantante estrella Miguelito Cuní, dio a conocer el bolero original de Lili Martínez Griñán titulado “La Protesta de Baraguá”, un merecido homenaje de los soneros cubanos a Antonio Maceo.

Dando un salto epocal, por la perentoriedad de abreviar, encontramos la “Elegía al Mayor General Antonio Maceo”, de Juan Almeida Bosque, conocida en actos y ceremonias en la versión de la Banda del Estado Mayor General de las FAR y prácticamente inédita con los versos que se atribuyen al propio Almeida:

Desde Oriente hasta Occidente/ trajo en un hilo colgada/ la espada de la vida/ que una bala quebró una tarde/ en extraña sorpresa,/ dejándolo en la tierra prometida/ para crecer en la historia/ como símbolo de rebeldía.

De fecha más reciente cabe mencionar el tema “Maceo”, de Francis del Río y “Canción a Maceo”, de Alejandro García, Virulo.