Ya estamos en combate y en la cima del Turquino brilla la estrella solitaria. Tenemos la Cuba verdadera por la que tú, Raúl Gómez García, te volviste llama, ejemplo, leyenda y pasión.
Seguimos en combate para no dejar pisotear tus ideales. La Patria ganada, nunca regalada, la misma que defendiste en desigual combate, hoy te honra.
Tu juventud truncada, tu sangre numerosa, tu verbo guerrero, tu lírica viril. Aquí enarbolamos el triunfo que anticipaste al lado de Fidel. Te convertiste en guía de nuevos poetas y tu nombre rubrica la alta condición de ser artista cubano. Tu imagen flamea, cual bandera, en el horizonte de quienes no claudican porque ¡Morir por la Patria es vivir!
El hado azaroso te cubrió de gloria cuando fuiste a salvar la dulce memoria de Martí. Junto a tus hermanos muertos por la hombradía de arrojar a los malos del histórico templo, la roja sangre y la negra noche pactaron para siempre un camino de honor.
Hoy cumplirías 94 años de haber llegado a esta tierra en el vientre de la mujer tierna, a la cual le escribiste tus últimas palabras: «Caí preso, tu hijo». Entonces, con solo 25, no concluiste aquel urgente poema, para iniciar un vuelo interminable vestido de tus versos intensos y nobles.
La fecha te evoca, alguien lee en voz alta: “¡Ya estamos en combate!”. Tu imagen de muchacho hermoso, digno, soñador de un futuro mejor, ahora aparece en los pechos de quienes te merecen, porque hacen cierto tu empeño construyendo una Cuba libre, con cultura y amor.
“Ya estamos en combate”, poema leído por un niño cubano residente en Reino Unido:
