Danza y percusión en las escaleras teñidas de historia

habana compas dance

Sonaron las baquetas, los taburetes, los tacones y la música más cubana se hizo danza. Percusión y ritmo en el talento de quienes giran con elegancia y fuerza, se mueven, se sientan y vuelven a erguirse.

Las muchachas de Habana Compás Dance, con su estilo único, parecen flotar desde sus pasos vigorosos, sus largos cabellos impulsados en todas direcciones por deslizamientos escénicos y plasticidad para representar la gracia ancestral del arte criollo.

Coloreadas de alegría de vivir, subieron las mismas escaleras que los jóvenes de hace 70 años tiñeron para siempre de historia, para que nadie olvide por qué seguimos creyendo en nuestros sueños, aunque parezcan utópicos.

Y en esta vuelta a la memoria el proyecto del maestro Eduardo Córdova y sus alumnas radiantes y virtuosas también recordó que llegaron al ardoroso Santiago desde el mismo Marianao, donde se cantó por primera vez la Marcha de la Libertad.

Del oeste capitalino partieron con voces muy quedas el combatiente Agustín Díaz Cartaya, compositor del himno rebelde y sus compañeros, quienes asaltaron el alba entonando la melodía con olor a tinta fresca y abrazo al porvenir, y ahora parecen revivir con la danza de estas jovencitas, cual banderas rojinegras.

Danza y percusión con el talento y la creatividad a flor de piel brilló una vez, pero ahora como flores de una primavera abonada con la sangre y la convicción de aquellas eternas simientes de Patria decorosa.