Celina González

Celina González

Hay canciones que se funden en la memoria colectiva junto a su intérprete, creando una leyenda que pervive por siempre. Ese es el caso de Celina González, quien para muchos «es el punto cubano que en la manigua vivía…». El enorme éxito que alcanzó como cantante y compositora se debe, en lo fundamental, a una fidelidad firme y sin adornos a sus orígenes populares. Así se convirtió en la reina del punto cubano, de la canción guajira y las raíces africanas, convirtiendo su obra en un himno a la cubanía y la historia de la Isla.

Nació Celina el 16 de marzo de 1929 en un caserío de los campos de Matanzas, trasladándose muy pequeña junto con su familia a la actual provincia de Santiago de Cuba. Cuentan sus contemporáneos que su casa era un “guateque” donde sus padres, que poseían magníficas voces, entonaban las tonadas en boga por aquella época, mientras sus hermanos tocaban el tres y el laúd.

En ese ambiente familiar creció simpatizando con la religión afrocubana Regla de Osha, hasta tal punto que, en una noche del año 1948 según sus palabras, se le apareció Changó, deidad sincretizada con la virgen católica Santa Bárbara. Este suceso dio pie a su famosísima canción “¡Que viva Changó!”, obra que gozó siempre del favor del público. Algo más tarde compuso, junto a su esposo Reutilio, su célebre canción “Yo soy el punto cubano”, la que, junto a otro de los éxitos del dúo, “Santa Bárbara”, los llevaron al pináculo de la fama.

Celina y Reutilio llevaron su música a distintos países de América Latina y a New York, acompañándolos siempre el éxito. También participaron en varios filmes cubanos junto a otros artistas de la talla de Blanquita Amaro, Celia Cruz y Ñico Saquito. A partir del año 1964 continua con su carrera ya como solista, aunque en el año 1981 formó un nuevo dúo, esta vez con su hijo, para rescatar parte del legado de la obra que construyera con su esposo. Esa labor la llevó a grabar en 1999 el disco 50 años como una reina, que fuera nominado en el 2001 al Granmy Latino.

Reanuda sus giras internacionales por países de América, Europa y África, llevando la música cubana a los diversos escenarios en los que actuó y acrecentando su popularidad. Brilló en los mejores teatros, plazas y otros espacios, y cantó con luminarias como Nat King Cole, Pedro Vargas, Barbarito Diez y Benny Moré.

A lo largo de su larga vida mereció varios premios y condecoraciones, entre ellas el Premio Nacional de Música, en el año 2003. El 4 de febrero de 2015, a los 86 años de edad falleció Celina, la reina del punto cubano, tras una larga enfermedad cuyo fatal desenlace llenó de dolor al pueblo cubano.