En Cuba, cuando la esposa lleva el mando de la casa suele hacérsele al marido esta burla: ¡María Cristina te quiere gobernar! Debemos esa cubana sentencia a Benito Antonio Fernández Ortiz, ¿qué no te suena? ya te ilumino, es nuestro Rey de la Guaracha: Ñico Saquito.
Nació el 13 de febrero de 1901, en el barrio del Tivolí, en Santiago de Cuba. A los 12 años de edad tuvo que hacerse soldador metalúrgico para aportar a la economía familiar. Pero a los 15 ya estaba cantando con un trío. De su madre y su tía le vino el talento natural. Ellas cantaban a dúo en el barrio, según consignó Helio Orovio en su Diccionario de la Música Cubana.
La maestría de este compositor empírico en el uso del humor y la ironía en la guaracha, lo convirtieron en el máximo exponente de ese género salido del son. Son suyos temas que han dado la vuelta el mundo, como: “María Cristina”; “Compay Gallo; «No dejes camino por vereda»; «Al vaivén de mi carreta»; «Camina como Chencha la gambá»; y «Jaleo».
En sus creaciones se hace realidad aquello de que las más grandes verdades se dicen riendo. Con el chiste y la jarana criticó aspectos relacionados con la realidad que le tocó vivir.
La Bodeguita del Medio fue como su casa. Allí lo escucharon figuras internacionales como Hemingway, Errol Flyn, María Félix, Agustín Lara, Gabriela Mistral y Pablo Neruda. El famoso trío mexicano Los Panchos fueron de los primeros artistas extranjeros en grabar sus temas.
Cuentan que su sobrenombre, Ñico Saquito, le vino del hecho de que siendo un muchachón, los equipos de pelota que visitaban Santiago de Cuba lo alquilaban para que capturara con un saco las pelotas que se escapaban del terreno de béisbol.
