Los directivos de nuestra emisora Radio Cadena Habana, de la música cubana, conocen la importancia de los oyentesy de sus trabajadores pues saben que ambos somos la razòn de ser de la planta radial.
Bajo esa concepción el pasado viernes directores de programas, operadores de audio, locutores, jubilados y trabajadores en general, incluidos aquellos que en la actualidad pertenecen a otros centros laborales,nos reunidos en los jardines de la emisora para un homenaje colectivo.
Allì se destacó el rol de los sonidistas, quienes ante las dificultades de cualquier índole se mantienen, como decimos los cubanos,“pegados al cañón”, sin mirar sacrificios ni entrega.
Con transporte o sin él, llueva, truene o relampagueeacuden a la emisora, incluso en ocasiones duplican su tiempo de trabajo si es necesario, con el objetivo de sacar al aire una programacióndigna, si bien la planta no escapa a las limitaciones de estos tiempos.
La ocasión fue propicia para agasajar a los oyentes allì reunidos en representación de ese gran público con que cuenta Radio Cadena Habana, emisora de la música cubana.
A quienes establecen un vínculodiario con la programación a través de llamadas telefónicas, recomendaciones en aras de elevar la calidad de nuestros espacios, se les entregódiplomas y más allá los radialistas le demostramos el merecido respeto por ser fieles a la emisora.
El festejo fue además momento idóneo para el recuentro con los jubilados, amigos nuestros que disfrutan junto a sus familias luego de una vida de entrega a la radio cubana.
Allì estuvieron Armando Zaldívar, Odalis Padilla, Nancy Lescaille, y Alba Márquez, todos con más de una treintena de años aportando al éter.
Los oyentes dieron las gracias a Radio Cadena Habana por los 82 años de existencia, rieron, dialogaron con nuestro colectivo y algunos,autodenominados atrevidos, entonaron temas del repertorio nacional.
Mirta Ramos directora de Comunicación de la Radiodestacó el valor de los oyentes en el quehacer radiofónico nacional y elogió el encuentro que en paralelo festejóLos Cien años de la radio cubana.
Como colofón se degustó una sabrosa caldosa, mientras dulces y panes ponían también su granito de sabor al maravilloso encuentro.
