La música y la poesía siempre han sido vehículos poderosos para la expresión humana, y más aún cuando se trata de un acto de respeto hacia figuras emblemáticas de la cultura. En este contexto, el trovador Raúl Torres ha sido el máximo impulsor de una hermosa iniciativa en saludo al cumpleaños 78 de Silvio Rodríguez, uno de los más grandes exponentes de la Nueva Trova.
Un grupo de diez trovadores se han unido para darle vida a un ambicioso proyecto musical titulado A mano y sin permiso, con producción general del autor de “Candil de nieve”. Se trata de un disco relámpago que recoge la esencia y la inspiración de las composiciones de Rodríguez, a partir de nuevas creaciones que reafirman la tradición trovadoresca cubana.
El surgimiento del proyecto
Cuenta Torres que la idea surgió hace apenas diez días como parte de una conversación amistosa entre trovadores mientras estaban descargando en una peña. El encuentro se convirtió en el catalizador para la creación de canciones desde cero, inspiradas en el legado del autor del “Unicornio Azul”.
El productor describe la propuesta como una inyección de inspiración colectiva: «Estábamos presentes Yhosvany Palma, Pedrito Beritán, Amaury Del Río y yo. Al momento, todo el mundo dijo: ‘Oye, esa idea está buena, vamos a meterle mano a eso’. Enseguida nos dimos a la tarea y empezamos a crear el embrión. Llamamos a otros amigos, colegas nuestros, y los sumamos a la empresa», recuerda Torres.
Hasta el momento también han formado parte del proyecto: Ariel Barreiro, Ariel Díaz, Fidelito Díaz, Santa Massiel, Carlos Lage y Fede Toledo, de Argentina, pero las puertas están abiertas para todo el que quiera sumarse.
El título del disco hace alusión a un tema de Silvio donde el poeta dice que: «El sueño se hace a mano y sin permiso, arando el porvenir con viejos bueyes». «Por eso, porque lo hicimos a mano, y porque no necesitamos autorizaciones ni permiso de nadie para hacer nuestro sueño», confesó Ariel Díaz.
La colaboración y el proceso creativo
Ariel elogió la labor desarrollada por el arreglista César Rodríguez y llamó la atención acerca de la rapidez con la que se desarrollaron las ideas:
«Cuando el compañero Raúl Torres me dice: ‘te voy a mandar una estrofa para que hagas una canción’, yo ni siquiera entendía bien qué estaba pasando, pero poco a poco uno se identifica y sobre todo si ve que el otro está trabajando y al final terminas haciendo tu canción. Creo que así nos pasó a todos… en menos de siete días», rememora.
La acelerada dinámica de trabajo no solo refleja la creatividad de los artistas, sino también la urgencia y la necesidad de crear nuevas formas de expresión musical. Ese espíritu creativo nos remite a las esencias de la Nueva Trova.
«Creo que supera las expectativas, o sea está por encima de lo que todos nosotros imaginamos en el primer momento, y nos pareció una locura bonita, pero una locura, y creo que es algo que se necesita. Con los años hemos perdido un poco ese sentido ecuménico, de estar juntos, de crear juntos, de poner ideas», resaltó Ariel.
Igualmente Ariel destacó la importancia del entendimiento entre los seres humanos: «Y más que somos un país que necesita ideas, que necesita cosas nuevas, que se muevan, y nosotros estamos tratando de moverlas desde nuestro trinchera. Estoy encantado y espero que les gusten las canciones de todos y el disco porque creo que es importante».
Por su parte, Fidel Díaz enfatizó el valor de este tipo de colaboración: «Es una especie de taller de experimentación sonora que nos parece muy productivo para todos».
La creación de A mano y sin permiso se ha convertido así en un espacio de redescubrimiento y aprendizaje donde cada trovador ha podido crecer y enriquecer su obra gracias a la interacción con sus colegas.
En el estudio de Torres la interacción y el diálogo artístico han fluido libremente. Cada uno de ellos ha aportado su talento, intercambiando letras y melodías, lo que permitió que surgieran rápidamente las nuevas canciones.
Un regalo para Silvio
Torres explicó que el proceso de creación no solo fue una muestra de hermandad sino también una declaración de independencia artística:
«Fue como una inyección de inspiración que tuvimos y hemos tenido la suerte de confluir y de rescatar algo que hacía rato los trovadores, por lo menos de esta región, no teníamos. Es una especie de unión. Además, el grupo empezó llamándose Cinco canciones para Silvio; después, Siete canciones para Silvio y ahora se llama Arena Abierta para las canciones de Silvio. Es algo que está abierto, y lo vamos a seguir extendiendo».
La música tiene la capacidad de unir, inspirar y transformar, y este proyecto es un claro ejemplo de cómo la pasión y la creatividad pueden surgir de la unión de talentos en torno a un ideal común.
«Me parece que es una experiencia muy rica y muy feliz, sobre todo por esa interacción entre los trovadores, ese aprender del otro, ir arreglando algo, corrigiendo una coma, un texto, en fin, buscando armonizarlo todo para que cada obra sea importante y que para que el disco tenga esa coherencia sonora también», dijo Fidelito.
Y agregó: «Raúl Torres nos ha convocado a unirnos, a interactuar entre nosotros, a trabajar en común. Nos parece muy productivo para todos y digamos que pone un punto de giro en algo que nos hace mucha falta, que es hacer crecer la obra entre todos».
El lanzamiento del álbum está programado para este 29 de noviembre, en los perfiles oficiales de Facebook y YouTube, de Torres. «Así que espérenlo con mucho amor, porque con mucho amor lo hicimos», manifestó el músico.