Profesionalidad e infinito amor

Omar Martínez

Cuando se habla de radio, muchas personas piensan en locutores, periodistas, directores de programas, operadores de audio y asesores, pero en muy pocas ocasiones se hace referencia a los técnicos, desempeño sin el cual no fuera posible la calidad de las transmisiones.

En Radio Cadena Habana (RCH), emisora de la música cubana próxima a cumplir 82 años de quehacer el 11 de noviembre de 2022, sobresale el quehacer del técnico Omar Martínez Grandales, para quien no existen límites en lo referido a la técnica radial.

Siempre solícito, se le ve en cualquier espacio de la emisora, al tanto de cada detalle en aras de llevar al oyente un producto de calidad, como exigen los nuevos tiempos y merece la audiencia capitalina.

Omar trabaja en RCH desde 1991 y conoce al detalle la planta radial. Comenzó en ella como realizador de sonido, fue jefe de planta y en 1993 pasó a la parte técnica, dos años después le nombraron jefe del departamento. En el contexto de su trabajo atiende el funcionamiento de los estudios, las salidas al aire y todo lo relacionado con la tecnología; así como la red de audio y la corporativa, la sala de conmutación y siempre está listo para enfrentar cualquier situación por difícil que sea. Dentro de sus funciones está igualmente el monitoreo de las transmisiones, tanto en AM como en FM, «es un trabajo bonito, sacrificado e interesante que te obliga a la constante superación», asegura.

Más allá de sus experiencias en RCH, tuvo el privilegio de llevar sus conocimientos profesionales a otros lugares de nuestra área geográfica. Fue con un equipo de trabajo a la República de Haití en 1999. Desde allí reportó la labor de la misión médica cubana en ese caribeño país, lo que representó para él una experiencia inolvidable al traer al pueblo de Cuba por primera vez todos los detalles de lo que hacían en Haití galenos, enfermeras y personal paramédico, devenidos en paradigmas de internacionalismo proletario. Así contribuyó con las transmisiones de Radio Habana Cuba y la tarea de nuestros colaboradores se supo en todo el mundo.

En cuanto a posibles dificultades que enfrenta RCH, como las restantes emisoras del país, con el déficit de recursos materiales, enfatiza:

A pesar de la situación de Cuba para adquirir piezas y partes en el mercado internacional, el Instituto Cubano de Radio y Televisión ha hecho una labor encomiable y, gracias a ello, la tecnología se ha sustituido por una mucho más moderna y eficaz. Ya no padecemos las constantes roturas de antes. En lo particular, logré asimilar las nuevas tecnologías y para ello el estudio es constante y bastante, preparándome en informática, en los conocimientos acerca de las consolas digitales, las que, a pesar de ser altamente confiables, necesitan una constante revisión y en otros dispositivos tecnológicos nuevos para mí.

En una emisora siempre se rompe algo, siempre hay algún cablecito que arreglar, un tornillo que apretar o un micrófono que cambiar, como parte de la dinámica de funcionamiento de una planta radial, y es justamente ahí donde siempre está Omar Martínez Grandales (en el lugar exacto y a la hora correcta) técnico radial de excelencia, quien es admirado en RCH porque hace su trabajo con profesionalidad e infinito amor.