Los caminos de Ébano 

Ébano

El ébano es considerado desde antaño una madera noble, preciosa. Tal tesoro natural proviene de un árbol originario del llamado Continente Negro. En años en que la esclavitud «era la mayor pena del mundo», en el decir poético de José Martí, la nación de ébano solía utilizarse para aludir a las personas de raza negra. 

El fustess, además de bello era virtuoso, por su utilidad en la confección de muebles de alta calidad, además de servir para darle forma a instrumentos musicales. En especial se seleccionan para crear las teclas negras de pianos y órganos. 

En la actualidad, algunos puntos de vista han cambiado, aunque persiste en muchos lugares la estigmatización racial. La expresión “diosa de ébano” se emplea para calificar a una mujer de piel oscura, que destaca por su belleza física. En estos asuntos pensaba Silvia Maritza Cabrera Sarria cuando determinó crear su unidad músico-danzaría, en los primeros días del mes de noviembre de 2022, en la Casa de Cultura Justo Vega, de Arroyo Naranjo. 

Las muchachas y los muchachos que se me acercaron en aquellos momentos fundacionales, querían que el grupo tuviera un nombre relacionado con su manera  de ser, su raza, su espiritualidad, nos cuenta la gestora de la iniciativa. Y agrega: Escogí ébano por su condición de madera preciosa, además que mis muchachos  todos son preciosos. 

Silvia hace una pausa, como quien repasa mentalmente sus recuerdos, y continúa diciendo: Como andábamos tras los sonidos de la herencia africana, dígase la música yoruba, conga, franco-haitiana y demás, propuse Eshu, que es uno de los 21 caminos de Eleggúa y Laroye, que en yoruba es un saludo, una señal de respeto al orisha. 

Esta mujer se siente orgullosa de su afrocubanidad, la cual lleva a flor de piel como blasón y en el corazón para acunar el fruto del entrecruzamiento de dos componentes etnoculturales que conforman la nacionalidad cubana. Esa pasión y su sentido de pertenencia a un conglomerado humano que nació mediante el choque de dos culturas diferentes, y que abrazadas en el proceso de formación de la identidad caribeña, fue el motor que hizo andar su proyecto. 

Me motivó a crear el grupo, comenta Silvia Maritza, el poco interés que mostraba la población infanto-juvenil hacia los bailes de origen africano y otros nacidos en la Isla, pero con una fuerte presencia de los sonidos afros, o sea, la rumba, el mozambique, el pilón y otros. 

Así nació Ébano Eshu Laroye hace poco más de dos años. Desde entonces la agrupación fungió no como mera agrupación para cantar y bailar, sino como  escuela para aprender valores éticos, fortalecer la religiosidad de sus integrantes y ampliar conocimientos culturales necesarios para desarrollar una carrera artística. Ese en mi trabajo fundamental en la Casa de Cultura de Arroyo Naranjo, donde entrego mi experiencia en el canto y el baile, nos explica la maestra Cabrera Sarría, quien puntualiza que su deseo es dejar esa experiencia a los adolescentes y jóvenes y que en ellos prenda la llama amorosa por la música afrocubana. 

Luna Marián es parte de esa veintena de alumnos que integran el núcleo principal de Ébano Eshu Laroye. Ingresó en este proyecto a principios de noviembre de 2022, comenzando por los talleres de formación que se impartían en la Justo Vega, hasta formar parte definitiva de la unidad artística. La pertenencia al grupo le ha permitido ensanchar su visionaje del universo artístico: «Me ha aportado mucho, he adquirido mayor conocimiento del mundo del arte, especialmente la danza». 

Kevin Rolando Torres García es otro alumno de Silvia Maritza, con la cual reconoce haber ampliado sus conocimientos, además de que la profesora les permite ser  creativos: «Intercambiamos ideas, hacemos sugerencias, exponemos nuestros criterios sobre los pasos y el montaje de las obras». 

Los reconocimientos y premios obtenidos por el grupo Ébano Eshu Laroye representan un aval confiable del trabajo realizado. Obtuvieron el Gran Premio del programa televisivo Paso Libre Plus. En el 2024 participaron con éxito en el Festival de la Rumba Chano Pozo. Allí acapararon los tres primeros lugares en la categoría infantil, además mejor presentación masculina (bailando columbia). En la categoría juvenil se agenciaron el segundo lugar y mejor actuación femenina. 

La agrupación también intervino en la conquista del Premio Guinness a la mayor rueda de casino del mundo. Además, mantienen una peña los primeros sábados de cada mes en el Callejón de Hamel. Me siento contenta con los resultados, pero no satisfecha, sentenció Silvia, por eso les digo a los muchachos que hay que seguir trabajando, porque siempre se puede más. 

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