Leyenda de octubre

camilo

Es octubre y el día se torna guerrillero. Va al monte, baja al llano, atraviesa las calles, sonríe cual chiquillo grande y jaranero.

Estás en la plaza de todos, nos miras para reafirmarnos que nunca nos fallaste.

Vuelven las flores. Desde el mar o el río las corrientes sienten goce, al conducir el delirio de quienes nunca hemos dejado de buscarte.

Los niños de las manos de padres o maestras aprenden tus razones para amar a tu gente. Admiran la grandeza de tu vida sencilla, que agigantó la indomable estirpe de hijo ejemplar del pueblo cubano.

Eres leyenda y canto, voz que ruge al traidor, sueño que vuela alto, que se posa en cualquier mediodía, a descansar el paso apresurado de 27 febreros, para seguir andando, sin límites de espacio, de tiempo, de hombradía.

Te querían ver muerto, pero no lo lograron. No entendieron, no pueden, que tu lumbre los ciega, los ahoga en su odio, al saberte querido, tan fuerte, tan capaz, en cada joven digno, en cada combatiente.

Octubre regresa la memoria y, con ella, tus palabras de siempre, tu fusil, tu sombrero, la bandera que amaste y todos defendemos.