La décima es canto, memoria y raíz. En sus diez versos se entrelaza lo popular con lo culto, lo íntimo con lo colectivo, lo efímero con lo eterno. Entre quienes mejor supieron darle vuelo y hondura está el poeta cubano Jesús Orta Ruiz, conocido como El Indio Naborí, figura esencial de la literatura y la oralidad en Iberoamérica. Su nombre evoca la fuerza de la improvisación campesina, pero también la delicadeza del verso escrito y el rigor del ensayo.
Nacido en San Miguel del Padrón el 30 de septiembre de 1922, Orta Ruiz se destacó como improvisador en controversias memorables y autor de poemarios, como Entre el reloj y los espejos, además de ensayos, por ejemplo, Décima y folclor o El jardín de las espinelas.
Supo renovar la espinela sin desprenderla de su raíz popular, integrando tradición y modernidad con un sello único. Su vasta obra, reconocida con el Premio Nacional de Literatura en 1995, la Orden Félix Varela y la distinción Por la Cultura Nacional, permanece como referencia imprescindible.
En honor a su natalicio, cada 30 de septiembre se celebra el Día de la Décima Iberoamericana, instituido en 1998 en Las Palmas de Gran Canaria. La fecha trasciende el homenaje personal: ha devenido símbolo de unidad cultural entre los pueblos de habla hispana.
En Cuba, varias instituciones, entre ellas, el Centro Iberoamericano de la Décima y el Verso Improvisado, así como la Oficina de Investigación y Promoción Cultural Indio Naborí promueven recitales, concursos y encuentros que celebran la vigencia de la espinela. En el municipio natal del Indio Naborí se organiza, además, un concurso de glosas para honrar su memoria.
Hoy la décima sigue viva en la voz de los repentistas y en la escritura de nuevas generaciones que encuentran en su musicalidad un cauce de expresión.
Foto: Tomada de Cubaperiodistas
