Por primera vez en 2022 Casa de las Américas realizó la edición de su Premio Literario a través de la plataforma digital, creada por la entidad ante las dificultades para obtener las obras de forma física durante la Covid-19.
Resultó excepcional la avalancha de textos recibidos y se requirió una preselección de lo enviado con el apoyo de renombradas figuras de nuestra literatura.
Yoel Cordoví, presidente del tribunal en el apartado de ensayo histórico social, sobresale con vasta obra y ostenta la orden Carlos J. Finlay, máximo reconocimiento del estado cubano a los investigadores de todas las esferas de la sociedad.
También fue inédito que los jurados no se trasladaran a Cienfuegos, se redujo el tiempo de análisis, así como el resto de las acciones y se concentraron en la propia entidad que entrega el lauro.
Precisamente para conservar las opciones de leer en toda época, la feria internacional del libro de La Habana volvió a ser presencial tras el confinamiento, además de mantenerse virtualmente.
México centró la fiesta de las letras en su trigésima edición con múltiples actividades, entre ellas, las organizadas por la instalación de Tercera y G con propuestas de connotados intelectuales y escritores de la hermana nación.
Por otra parte, el autor guatemalteco Omar Morales se alzó con el Premio de Musicología 2022 de Casa de las Américas, realizado por primera vez de forma virtual debido al coronavirus.
El certamen, con más de 4 décadas, examinó 33 obras, la cifra más alta de participación en su historia y correspondieron a autores de Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Ecuador, Guatemala, México, Puerto Rico, Venezuela y Cuba
A guitarra y piano, desde su auténtica forma de decir la realidad de nuestros pueblos, el trovador Gerardo Alfonso cerró el II Coloquio Internacional de Estudios sobre Afroamérica.
El recital se tituló Dicen que, como el colorido tema del cantautor donde denuncia la discriminación contra los negros, presente en la vida cotidiana del planeta en pleno siglo xxi.
Por su parte, Ariel Díaz y la Banda Pequeña cantaron en la Sala Che Guevara de Casa de las Américas, al medio siglo de vida de la Nueva Trova.
Como cada diciembre la institución fue subsede del festival del nuevo cine latinoamericano en su edición 43, con la proyección de filmes dedicados a personalidades de la historia y las artes de esta región.
Aunque Gerardo Alfonso pertenece a la segunda generación del movimiento de la nueva trova, mostró en su concierto por los diez lustros de aquella epopeya estética y conceptual, que defiende la llamada música del mundo, de ahí lo diverso de sus discos, reflejado en una velada con piezas de su más reciente fonograma La ruta del esclavo.
“Te doy una canción”, tema compuesto por Silvio Rodríguez, sirvió de acicate para quienes celebraron en concierto frente a Casa de las Américas la declaratoria de la trova de todas las épocas como patrimonio cultural de la nación.
La instalación es el hogar que encendió la chispa para que surgiera la organización musical, que cumplió medio siglo y donde comenzó en septiembre la jornada homenaje a la efeméride.
El movimiento nació a raíz del Primer Encuentro de Jóvenes Trovadores, realizado por la Unión de Jóvenes Comunistas en diciembre de 1972, en la oriental ciudad de Manzanillo.
Silvio, fundador de esa gesta estética y de pensamiento trasciende mucho más que como excelente músico y poeta, junto a Pablo Milanés, Noel Nicola y otros músicos, hicieron estallar las cuerdas de sus guitarras y un sinfín de ideas devinieron melodías bellas e inolvidables.
Pablo partió recientemente a cantar a la inmortalidad. Allí otros lo esperaban para festejar no solo el medio siglo de vida de la nueva trova, también el centenario del nacimiento de esa madre del movimiento que fue Haydee Santamaría
La heroína, fundadora, mujer sensible, capaz, extraordinaria patriota es evocada en la casa que ella misma nombró y en la cual habita su humanismo en cada milímetro con los múltiples colores de Nuestra América.
