Cuba, ¿qué sería de ti sin la Generación del Centenario?

Generación del Centenario

¿Quiénes fueron ellos?, ¿cuáles eran sus sueños?

Los había de múltiples oficios, orígenes, religiones o ideales políticos. Eran de edades diferentes.

Los unió un camino, una idea, un hecho.

El asalto al Cuartel Moncada los arrebató del anonimato, les cambió sus rutinas de obreros, campesinos, poetas, músicos y desde la confidencialidad los renombró para siempre como Generación del Centenario.

Sabían que José Martí hubiera cumplido 100 años en 1953 y que el deseo de ver a Cuba libre le puso grilletes al tobillo en su niñez de apenas 16.

Para ellos, como para el cubano inmenso de Dos Ríos, los ideales no cabían en sus cuerpos, sus mentes volaron y la pasión los puso de frente a la vida.

Fue así como salieron musitando un himno liberador: «la sangre que un día se derramó, nosotros no debemos olvidar…».

Se despidieron, en aquel julio luctuoso y carnavalesco, de la novia, la madre o el hijo, para ir por unos días a casa de un amigo y no regresaron hasta traer en alto «la bandera más bella que existe».

El amasijo de ráfagas, de sangre, de hombres en busca de una Cuba mejor hizo cambiar las cosas. La tortura, la cárcel, el mar, el monte y el llano los reunieron nuevamente para que la Patria los contemplara orgullosa.

“En julio como en enero” nacieron rosas blancas y palomas se posaron en el mejor de los hombros para asegurar que todo iba bien. Los fusiles de la libertad no dejaron morir al Apóstol. Las nuevas hornadas de campesinos, obreros, estudiantes, poetas, músicos, continúan alzando la voz de la Generación del Centenario.

En el siguiente video: «Todo el mundo tiene su Moncada», de la autoría de Silvio Rodríguez. En esta ocasión es interpretada por Daniel Viglietti, quien fue un cantante, compositor y guitarrista, considerado uno de los mayores exponentes del canto popular uruguayo y de gran reconocimiento en América Latina: