El Teatro de la Casa de Cultura de Plaza de la Revolución, ubicado en la esquina de Calzada y 8, en El Vedado habanero, se convirtió en un vibrante escenario para la celebración del Día Mundial del Jazz, bajo la dirección del maestro Bobby Carcassés y su grupo AfroJazz.
El Premio Nacional de Música 2012 recordó que hace 45 años, en 1979, comenzó, en esa misma salita, unas descargas de jazz que fueron la génesis del Festival Jazz Plaza. Por esas descargas, dijo, pasaron todos los mejores músicos del mundo, empezando por Emiliano Salvador, Paquito D´Rivera y Arturo Sandoval. Es que el jazz en Cuba ha sido un espacio de innovación y encuentro cultural.
Carcassés dio inicio a este espectáculo con un pequeño homenaje a Miguel Matamoros, uno de los grandes músicos cubanos, con su particular interpretación de la obra “Son de la loma”.
Explicó que los instrumentistas invitados a esta descarga fueron escogidos no solo por afinidad con ellos, sino por su calidad artística. El evento reunió a destacados intérpretes como: Juan Carlos Marín, el trombón de Santa Amalia; la flautista Belinda Guerra, los trompetistas Julito Padrón y Yasek Manzano, los saxofonistas César López y David Suárez; el joven Fabio Rivera, en la batería y el pianista David Alfaro, entre otros.
En el espectáculo no faltó el blues, fusionado con ritmos afrocubanos. También estuvo presente la percusión, los metales, el bajo, la improvisación de un rapero y la danza de Bárbaro Ramos, conocido como el Michael Jackson de la rumba.
Carcassés compartió la escena con el grupo Sintergia Jazz Collective, agrupación de jazz alternativo integrada por seis jóvenes con una prominente trayectoria profesional, que resultó ganadora del Premio en el Concurso Musicalia de la Universidad de las Artes. Dirigida por José E. Rodríguez Benítez, la banda, formada en el 2023, recibió una invitación del Showman de Cuba para participar en el concierto por su cumpleaños 85.
Entre los momentos más esperados estuvo el estreno de “El blues de la salsa timba”, una colaboración entre Carcassés y la cantante de música popular bailable Mónika Mesa, que contó con la participación de Joel Domínguez, al piano. En este tema se evidenció la capacidad del jazz para integrarse y dialogar con ritmos autóctonos cubanos.
El concierto fue más que un espectáculo musical: resultó un homenaje a la memoria, la resistencia y la evolución constante del jazz, un género que, aunque nacido en Estados Unidos, se ha convertido en un lenguaje universal que une a los pueblos a través de la improvisación y la expresión artística.
La velada también incluyó reconocimientos a figuras destacadas de la cultura cubana. Recibieron el sello 40 Festival Jazz Plaza: Mercedes Pérez, bailadora de Santa Amalia; el instrumentista Julito Padrón y el fotógrafo Elio Ojeda, muy vinculado a la historia visual de ese evento y a la galería de arte de la Casa de Cultura de Plaza.
Casi al finalizar el espectáculo Carcassés expresó: «La base de mi existencia es, única y exclusivamente, la verdad y la verdad sale del corazón en esto que hemos practicado hoy en el Día Mundial del Jazz. Hay un misterio en la música, en la creación en general del arte, hay un sentimiento y he recibido la reciprocidad de mi esfuerzo, de lo que hago siempre a mis 87 años que voy a cumplir el 29 de agosto».
Ante la presencia de Indira Fajardo, quien le entregó a Carcassés un ramo de flores, el Maestro anunció que tiene la intención de retomar esas descargas. Destacó la importancia de continuar la tradición jazzística, adaptándola a los tiempos actuales.
En el siguiente video disfrute de Bobby en este tema:
Foto: Cortesía de la autora