Canto general al héroe de verde olivo

fiedle blanco y negro

Desde la antigüedad los aedas acostumbraban a cantar las hazañas de los héroes, loas musicales que se engarzaron al tejido de la leyenda. Todavía hoy, con otros modos y pensares, poetas y cantores se inspiran en la épica de los paladines, en quienes se deposita el alma de los pueblos en los estremecimientos álgidos de su historia.

Fidel Castro es uno de esos hombres que se ubicó en el epicentro del proceso revolucionario cubano desde mediados del siglo XX, para liderarlo y conformar un corpus ideológico y político que guiara el accionar del pueblo en pos de la conquista de sus sueños de libertad y justicia.

Con justificadas razones, el accionar y el pensar del héroe de verde olivo ha sido fuente de inspiración de autores e intérpretes, lo que ha dado lugar a una suerte de antología de música y versos, que trasciende el hecho artístico, para convertirse en un suceso de alta sensibilidad humana y política   

No son escasas las canciones dedicadas al líder histórico de la Revolución Cubana. Algunas de ellas proceden de compañeros de lucha, como las interpretadas por el Quinteto Rebelde, la mítica banda que acompañaría a los Barbudos durante los años de la lucha guerrillera; como, por ejemplo, las tituladas: “Eso que tiene Fidel”, “Soy Fidelista” y “Hay que cuidar a Fidel”.

La trova comandó este inacabable homenaje musical, encabezado a principios de la Revolución por Carlos Puebla con dos composiciones antológicas: “Y en eso llegó Fidel” y “Gracias, Fidel”. Más cercanas son las canciones “El necio”, que Silvio Rodríguez compuso en 1991, pensando en Fidel, como relató su autor en una entrevista con la Radio Nacional de Venezuela: «Cuando escribí “El Necioʺ estaba pensando en Fidel y, hasta cierto punto, en mí».

Cabe mencionarse aquí las dos canciones escritas por Raúl Torres, a raíz del fallecimiento de Fidel, intituladas “Cabalgando con Fidel” y “Laureles y olivos”.

Los juglares campesinos también aportan a este listado, con décimas improvisadas por poetas repentistas o tonadistas que expresaron en sus voces y composiciones la admiración y el cariño por el entrañable líder. Del dúo Celina González y Reutilio Domínguez apareció “Que viva Fidel”, una canción que tiene la misma música de “Que viva Changó”, y de Eduardo Saborit la popular “Cuba, que linda es Cuba”.

De la promoción más reciente de los cultivadores de la música de los campos de Cuba, destaca el tema “Soy tu soldado”, del poeta y tonadista Aramís Padilla.

No faltan en esta imaginada colección poemas musicalizados, como “Canto a Fidel”, de Carilda Oliver, con música de Ivette Letusé o “Fidel Castro en su día” con versos de Aquíles Nazoa y música de Wilson Barba.

De la admiración latinoamericana por el Comandante de la Esperanza se puede citar piezas como “Sierra Maestra” y “Si Fidel es comunista”, ambas popularizadas en la voz del boricua Daniel Santos; así como “Milonga para Fidel”, del argentino Osvaldo Pugliese.

El sinfonismo de Frank Fernández dio cima a un especial tributo a Fidel en su disco Hágase la luz, en temas que destilan su virtuosismo musical, junto con el lirismo épico expresado en “Oda a la Patria”, “Uvero”, y “Condenadme, no importa”.

Resulta prácticamente imposible, en la brevedad de una reseña, acopiar toda la ofrenda musical dedicada al héroe del Moncada y del Granma, que incluye una amplia variedad genérica y títulos. Recordemos de pasada los siguientes: “Hay un hombre que sueña” (Arnaldo Rodríguez), “Mensaje” (Reinier Valdés), “Yo soy Fidel” (Kan Quba Music), “Lo prometí” (Lachy & Yasel). “Cien horas no bastan” (Mario Tatus) y “Muchas Razones a defender” (Amaury Pérez), entre otras muchas.

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