Bobby Carcassés

Bobby Carcassés

Su larga, trascendente y amplia trayectoria artística no podía recibir mejor reconocimiento. El maestro Bobby Carcassés conquistó el Premio Nacional de Música 2012. Al consagrado instrumentista, compositor y cantante se le otorgó el lauro tomando en cuenta la notoriedad alcanzada en la variedad de roles que puede asumir sobre el escenario, ya sea junto a su inseparable trompeta o por su trabajo vocal, razón por lo que muchos lo califican como un showman u hombre espectáculo.

Con 84 años recién cumplidos Bobby Carcassés es uno de los fundadores del Festival Jazz Plaza, prestigioso evento en el que también participan músicos foráneos. Además, cuenta con una decena de discos en colaboración con otras prominentes figuras del pentagrama cubano como Enrique Jorrín, Chucho Valdés y Emiliano Salvador. Incluso su labor va más allá del quehacer musical, ya que ha abarcado también la enseñanza  y la pintura.

Desde pequeño sintió que el arte musical era su camino y así lo ha demostrado a lo largo de su carrera profesional. Sin embargo, su entrada a los escenarios fue casi paralela a la del mundo pictórico, pues junto al músico habitó desde temprano el dibujante y el pintor. Se trata de un arte que ha cultivado con imaginación y oficio, al punto de que no pocas de sus obras han sido adquiridas por ávidos coleccionistas.

En la década del cincuenta Bobby Carcassés hizo voces en Tropicana, donde encontró la presencia tutelar de Armando Romeu, destacado arreglista y director de una de las jazz band más famosas de la época. Sus inquietudes musicales lo llevaron después a ejecutar el piano, la trompeta, el fliscorno, el contrabajo, los bongoes y las tumbadoras. Sin embargo, su impronta de hombre-espectáculo no cuajó definitivamente hasta que viajó a Europa y se estableció en París. Allí conoció al pianista norteamericano Bob Powell y al trompetista santiaguero Pepín Vaillant, dos figuras determinantes en su formación.

Bobby Carcassés estuvo entre los fundadores del Teatro Musical de La Habana, donde maduró como comediante musical y jazz man.  Luego de esa fecha fue reconocido como multi instrumentista de apreciable nivel y cantante de excepcionales condiciones para el scat, término que define la improvisación jazzística a partir de la voz.

Convertido en hombre espectáculo de altos quilates, Bobby Carcassés integró Los armónicos, de Felipe Dulzaides y Los cincos, de Armandito Zequeira; importantes agrupaciones que también propiciaron su desarrollo profesional.

Ha recorrido un amplio circuito de Festivales y Teatros Clubes en los cinco continentes, además de compartir escenarios con las grandes personalidades de la música mundial.  También ha participado como actor en filmes cubanos y foráneos, mientras que sus obras como dibujante y pintor se exhiben en Estados Unidos, España, Alemania, Canadá y Sudáfrica.  También ha impartido clases magistrales en Boston y Nueva York, además de consagrarse a la enseñanza de las nuevas generaciones de músicos. Ante él estamos en presencia de uno de los artistas cubanos más polifacéticos de las últimas décadas.

Uno de sus grandes méritos radica en contribuir a ensanchar el entorno jazzístico con las más diversas esencias de la cubanía. Como instrumentista y cantante, Carcassés ha sido portador de una auténtica eficacia en la fusión del jazz con las especies emblemáticas de nuestra música popular; igualmente ha propiciado que el jazz afrocubano ocupe un lugar de privilegio en importantes escenarios internacionales.