Por lo general cuando se habla de NG, La Banda que manda, recordamos a José Luis Cortés; pero su orquesta contaba, entre otros destacados músicos, con dos voces de altos quilates: Isaac Delgado y Tony Calá.
Tony, según cuenta, nació el 18 de abril de 1957 en el barrio caliente de Los Hoyos, en Santiago de Cuba, su padre era mecánico de autos y su mamá abogada. “Yo era bailador de congas y de baile casino. Estudié desde mis siete años, el violín en el Conservatorio Esteban Salas. Después de un año, me ofrecen una beca en la Escuela Nacional de Arte (Ena), en La Habana”. En 1970, después de sus estudios, se une a la Ritmo Oriental.
Por mi parte contacto directo con él en 1980, cuando yo era escritor del programa de la TV Juntos a las 9, de la Televisión Cubana. En ese programa presentamos a la Ritmo Oriental y, ahí estaba Tony Calá, batallando junto a David Calzado (Charanga Habanera) dirigidos por Enrique Lazaga (violín estrella). Muchos lo descubrieron desde aquellos años en que estremecía La Habana con la orquesta Ritmo Oriental, donde tocaba el violín, cantaba y componía; además era fenomenal en los pasillos que imponía.
Hace poco vi en la TV un video de aquellos tiempos y me percaté de que muchas cosas que Calá después hizo con NG La Banda ya estaban sellados en la Ritmo Oriental, como aquello del “Bailen Azúcar” con Tony Perera. En 1991, José Luis Cortés tomó ese tema para la canción Échale limón.
Composiciones de Calá en La Ritmo: “Cuidado con la percusión”, “Bailen azúcar”, “Azúcar a granel”, “El son de Claro” (Clarito era el percusionista de la Ritmo Oriental), “El agua no mellevó” (dedicada a un acontecimiento en Alamar, ante un ciclón que atrapó, entre las aguas, al ómnibus con los integrantes de La Ritmo y casi se lleva a los integrantes al otro mundo. Los integrantes se salvaron en tablitas).
Tony se movía en la pista con mucha elasticidad y tremendo sabor santiaguero. Su gran motivación fue inicialmente el baile, profesión a la que se dedicó durante algunos años en su natal Santiago de Cuba, aunque tuvo desde siempre sobradas dotes para el canto.
Ya desde la etapa de la Ritmo Oriental viaja por varios países en festivales internacionales, a Nicaragua (1982), Francia (1983), México (1984), España (1986). En el Festival Adolfo Guzmán obtuvo el Premio de la Popularidad.
Tony tocaba, junto a David Calzado, en la sección de violines de la orquesta, donde juntos elaboraban coreografías que la distinguían del resto de las agrupaciones bailables del momento, y también su original voz comenzó a ser el sello característico de la misma. También comenzó a sobresalir como un excelente compositor, de modo que muchas de sus obras pasaron a formar parte del repertorio activo de la Ritmo Oriental.
En 1988 llega el gran momento para Tony: Se funda NG La Banda de José Luis Cortés, quien había estudiado junto a Tony en la Ena. En una de mis entrevistas a José Luis Cortés sobre Tony Calá el maestro me dijo rotundamente: “Es una de las mejores voces del boom de la salsa o la timba. Es el timbre de NG La Banda”. Paulo FG revela que su guía siempre fue Tony Calá, en su concepto vocal. El propio sofocador de la salsa me expresó: “Yo grabé junto a Calá el primer disco de NG La Banda: En la calle, un disco clásico de la salsa y la timba”.
Comprobé la fuerza vocal de Tony en la primera gira de NG La Banda, en 1991, por las provincias orientales, lo escuché en su mejor momento, en el Festival de Son de Mayarí, y me dijo: “Tengo la cachimba entera, llevo muchos días de descanso”.
La voz de Tony es de trompeta, como la del Benny era de saxofón, como me dijo Leo Brouwer. Cada cantante asume el timbre de los instrumentos que lo acompañan.
Los vocalistas en NG La Banda eran Tony, Isaac Delgado y José Luis Cortés. Crearon un nuevo estilo, concepto, timbre y sonido. Revolucionaron totalmente la nueva música cubana con la timba (mezcla de son, guaracha, mambo y rumba con el toque caribeño y jazzístico).
La capacidad de improvisador de Calá es asombrosa, baste escuchar grabaciones como “La protesta de los chivos”, “A Santa Bárbara” (Que viva Changó), “El rap de la muerta”, “Llegó la hora”, “Por qué tú sufres”, quizás su mejor interpretación. Esas improvisaciones eran sorprendentemente ingeniosas, mostraban la vida social de la década de 1990.
Debo aclarar que Tony fue el primer cantante de NG La Banda, Isaac llega invitado en un momento en el que Tony enferma. Después Isaac se queda y le da ese toque matizado y dulce que necesitaba la timba fuerte de NG La Banda, una verdadera fundición de acero en la pista.
Viajé por toda Cuba con NG en su gran momento, pude ver las dotes de Calá en los conciertos multitudinarios que ofrecían en aquellos gloriosos días del boom de la salsa. Pocas veces escuché y vi algo tan aplastante en la música cubana.
José Luis Cortés siempre protegió a Tony en momentos difíciles de su salud. Nunca lo abandonó y siempre lo encaminó como si fuera su padre. “Al Tosco le debo mucho, hombre y amigo. Un músico como él, es difícil que vuelva a nacer” (Tony).
Calá sigue con su banda NG, la que manda, como él mismo la bautizó en 1988. Al tiempo que se encuentra en un nuevo proyecto llamado Voces Doradas Cubanas All Stars, dirigido musicalmente por el pianista Dayane y la dirección general de Arleny Rodríguez. Siete voces de primer nivel y músicos de alto estándar.