Rumba, jazz, conga y música universal del cubano Roberto Fonseca

Roberto Fonseca

El pianista cubano Roberto Fonseca ofreció un concierto recientemente en el teatro del Museo Nacional de Bellas Artes de esta capital, en el contexto de la edición XXI de la Fiesta del Tambor.

A ritmo de lo más auténtico de la música cubana, Fonseca interpretó, junto a la banda La Gran Diversión, la variedad que caracteriza a nuestra nación en cuanto a melodías se refiere.

Entre acordes de jazz, son, el peculiar sonido del piano y los saxofones corrió la noche con un espectáculo de gran altura y a la medida de lo que el público esperaba.

Siendo la música un lenguaje universal, en el concierto de Fonseca se fusionaron, además, los compases cubanos con los del Oriente Medio para dar paso a un característico y típico sonido a cargo de la darbuka, un instrumento percutivo en forma de copa con raíces en Egipto y otros países de la región.

Como en medio de un escenario de los tiempos faraónicos, la darbuka hizo bailar al público presente con sensuales movimientos a la usanza de la música medio oriental.

Algunas de las piezas interpretadas incluyeron solo de trompeta y de saxofón, este último con el saxo barítono y tenor, y fue el caso de «Contradanza del espíritu», en el que el protagonismo del piano y la batería brindó un ambiente íntimo al espacio con la culminación de un sutil sonido del piano, representado de forma magistral por el músico.

La obra musical «Baila mulata» fue otra explosión de energía que puso a mover a los asistentes con una mezcla de mambo y son cubano, momento en el cual intervino en la batería Emilio Fonseca, hermano del pianista.

El percusionista cubano Andrés Coayo, unos de los más destacados del momento, interpretó junto a Fonseca una conga, luego el reconocido pianista ejecutó un jazz pop, a través del cual su teclado y el saxo barítono se apoderaron del teatro junto con el acostumbrado momento de improvisación del jazz.

Para cerrar el recital se impuso la legitimidad de la música cubana con la composición «Cuando tú bailas pa’ mí», con son, mambo, guaguancó y toda una actuación de lujo de percusión jazzística.

La pieza fue la que puso el punto final a esta función única como si se tratara de un carnaval y sus arrolladoras congas, esencial en esta Fiesta del Tambor, a desarrollarse hasta el domingo 10 con cierre en el Teatro América y en la populosa avenida Galiano.

Fuente: Prensa Latina