El próximo año 2024, el cantante cubano, Ricardo Rivera, celebrará sus 80 años, muchos de ellos en la música cubana. Nació en Baracoa, el 11 de agosto de 1944, pero pronto perdería el apellido y tendría que aceptar el diminutivo que su fanaticada le endilgó, porque todos lo conocerán desde entonces como Ricardito.
Procedía del grupo Sorpresa, una formación semi-profesional de la zona de Marianao, con la cual había estado poco tiempo. Poco a poco el cantante baracoense resultaría una verdadera conmoción en el ámbito de la música bailable cubana.
Ricardito, desde sus inicios, contaba con mucho carisma y una voz especial para la canción y la música bailable. En su carisma nos recordaba al cantante de Los Van Van, Pedrito Calvo.
Ya era mencionado por su interacción con los bailadores, una moda muy empleada por entonces de estar en la frecuencia popular de los espectadores.
Según se dice, cuando debutó en el Conjunto Kubamambo, proclamaba su deseo de cantar, algún día, con Rumbavana «Claro chico, ese era el conjunto que era como una escuela con voces de pegada». Muchas de las nuevas voces tenían el sueño de llegar y triunfar en ese conjunto. Allí reinaban: Raúl Planas, Orestes Macías, Fernando González y Guido Soto. Ellos eran muy seguidos por los cantantes jóvenes, los cuales respetaban ese conjunto triunfador. Imagínense que, hasta el estudiante de música Adalberto Álvarez le llevaba sus nuevas canciones.
Pero, la primera gran experiencia de Ricardito es con el conjunto Los Latinos, junto a los cantantes Frank Pereira y Marcelino Linares. El conjunto comenzó rápidamente a pegar un tema tras otro: versiones del merengue dominicano “Te digo ahorita”, éxito de Johnny Ventura; de “Maquinolandera”, inmortalizada por Ismael Rivera con Cortijo y su Combo.
También se unen a producciones propias con aire caribeño, como “Síguelo ahí” (conocida también como su popular coro A lo cortico), composición y arreglos de José Pepito López. Otra grabación titulada “Ando buscando una novia”, del cantante y compositor cubano Sergio Rivero El Haitiano. Este tema poco después sería versionado en Venezuela por Federico y su Combo Latino. Hay que adicionar en estos éxitos “Sigue la rima”, bachata de Antonio Lamas y Pepito López
Tocaron en muchos bailes populares que constituyeron uno de los principales espacios. Uno de los temas que se impuso como un hit de Los Latinos es su versión de la cumbia “La piragua”. Parece ser que el espacio bailable frente al Malecón habanero es llamado La piragua por este tema de moda en los 60.
“La piragua” es obra insignia del gran compositor colombiano José Benito Barros Palomino, que había empezado a difundirse en Colombia hacía poco tiempo (1969), grabada inicialmente por el trío de vallenato Los Inseparables y poco después, en la versión que Barros había imaginado para su obra, con orquesta, por el cantante Gabriel Romero.
Esta versión de “La piraguaʺ, fue llevada a todos los carnavales de Cuba. No había presentación de Los Latinos en que no cantara La piragua y si la cantaba de las primeras, al final tenía que repetirla, especialmente en el Salón Mambí del parqueo de Tropicana.
En la “línea romántica”, por la moda del Casino, de Roberto Faz, graban varios “mosaicos” y “recuerdos”, dn los cuales se destacan las condiciones de los cantantes como boleristas, pero en particular las de Ricardito, que demuestra en ellos su capacidad para abordar un amplio espectro genérico y emocional.
El director, Orlando Garrucho, aprovecha al máximo esta cualidad del cantante y propicia grabaciones donde como bolerista deja muy recordados temas como “Noches de vacío”, y “He venido”, popularizado por Los Zafiros.
Los Latinos, con Ricardito, grabaron dos discos de vinilos de larga duración: el LP Conjunto Los Latinos-Síguelo ahí, a lo cortico (Areíto) de 1975, y con reediciones inmediatas en Venezuela y España por los sellos Produfon y Movieplay, respectivamente, y el LP Los Latinos (Areíto), en ambos casos producidos por Adolfo Pichardo y arreglos de Pepito López. Algunos de sus cortes aparecieron en varios sencillos. Los músicos dirigidos por Orlando Garrucho llegaron a Costa Rica, Colombia, Nicaragua, Guadalupe, Martinica a través de sus discos y de su participación en eventos regionales como el festival Carifesta.
Pasado el tiempo, ya establecido en la popularidad, cuando estaba en su apogeo como líder vocal de Los Latinos, dio el salto al esperado conjunto Rumbavana. Su chispeante compostura cayó como anillo al dedo al grupo. Si antes gritaba “¡Los Latinos!” en medio de una carcajada, ahora sería “¡Rumbavana!”.
Al fin Ricardito logra su sueño de la vida: llegar al conjunto Rumbavana. el cambio fue un suceso para los bailadores. Ricardito suma su nombre a la época dorada del Rumbavana y deja en su discografía temas muy sugerentes como la versión de “Yo vine para echar candela”, donde tiene una breve pero eficaz intervención.
Pero, Ricardito no se detiene, evoluciona en sus intereses: Para la década de 1980, las cosas habían cambiado, Ricardito se enrola en un nuevo proyecto, lidera la orquesta La Familia, y en paralelo y como solista canta en el cabaret Tropicana y otros espacios en Cuba.
Pero será por breve tiempo: sus éxitos con aquellos boleros con el conjunto Los Latinos le llevarán a España, como una de las figuras centrales del espectáculo Antología del Bolero, que en 1993 recorrió una buena parte del territorio ibérico, con recordadas paradas en el Teatro Calderón, de Madrid y Apolo, de Barcelona, entre otros. Se afinca en España donde continúa una imparable carrera en los espacios relacionados con el bolero, la canción y la música tradicional cubana.
Graba su CD doble Cubasino y realiza otras grabaciones en el triángulo que marca su vida y su carrera desde la década de los años 90: Ibiza, Miami y La Habana. Ricardito se ha movido con los tiempos, pero el camino que iniciara con el conjunto Los Latinos y los temas que convirtió en éxitos, lo hacen permanecer en el panorama de la música cubana como un auténtico referente de la música que sonó en la Isla en los años 70.
Incombustible y seguro de que aún tiene mucho más que decir, su reciente trabajo con el canario DJ Juan Soul en el single “Mi negra”, nos devuelve el carisma y la sabrosura de un Ricardito para quien el tiempo solo corre a su favor, como si le dijera todo el tiempo: ¡Síguelo ahí…!
El artista, afincado en Ibiza desde 1996, se hace un líder de la música cubana, ha trabajado junto al compositor, productor y DJ canario Juan Soul, también residente en la isla, para dar forma a este tema, con ese swing sabroso de la guaracha y que mezcla ritmos como el bugalú (son y guajira modernizada).
“Mi negra”, canción grabada para el sello Dakarai Records, es el primer sencillo del nuevo álbum de Juan Soul. Lo ha bautizado con el nombre de Alma, es decir, Afro Latín Mambo. «Mi reto era hacer un álbum de música ‘vieja’, de raíz, dándole un toque más actual y tratando de que sea para todos los públicos sin rozar lo comercial», explica el artista canario. Para hacer realidad este sueño Juan Soul creó el sello discográfico Dakarai Records. El proyecto, además, contó con el apoyo de Playasol Ibiza Hotels, que se ha encargado de la producción ejecutiva.
Rivera y Soul recuerdan cómo surgió la idea de trabajar juntos. «Vi actuar a Ricardito en el hotel Cubanito y me enamoré de su conexión con el público. Ese mismo día le propuse colaborar», explica el compositor y productor canario.
Ricardito ya está en una etapa de resumen, de recuento de su vida y obra y, por eso le dedicamos este espacio para recordarlo.
En el siguiente video de archivo, Ricardito en su etapa con Los Latinos: