Por: Fernando Rodríguez Sosa
«Aunque yo sea guajiro natural. / Soy un guajiro normal / que viene del monte cimarrón, / sé cuál es mi posición, / yo sé cuál es mi lugar», asegura Polo Montañez en una de sus más conocidas composiciones, titulada por cierto «Guajiro natural», que ha trascendido como la más auténtica carta de presentación del prematuramente desaparecido cantautor.
A este guajiro natural se ha dedicado un libro que se propone, y logra, develar pasajes poco conocidos de la vida y la obra del carismático creador. Se trata del volumen titulado, precisamente, Polo Montañez (Ediciones Cubanas Artex, Colección Arpegio, 2011, 176 pp), de la autoría de Fernando Díaz Martínez.
Publicado por vez primera en el año 2005, este libro reconstruye, a través del testimonio de un singular e inusual coro de voces, integrado por familiares, amigos, y vecinos, esas anécdotas, esos recuerdos, esas memorias, que permiten descubrir otras facetas de la existencia, tanto personal como artística, de Polo Montañez.
A Fernando Díaz Martínez le interesa, más que comentar y exaltar los valores del artista, contar de su infancia, de su juventud, de sus inicios en la música, de sus éxitos dentro y fuera de la Isla, y hacerlo a través de más de una veintena de hombres y mujeres, quienes conocieron y compartieron con el cantautor sus realidades, sus empeños, sus sueños…
Como complemento de esta entrega, que ya cuenta con cuatro ediciones, se incluyen una colección de fotografías que recuperan momentos de la vida de Polo Montañez, su discografía, los premios recibidos en Cuba y en otras latitudes, las letras de algunas de sus canciones y varios poemas dedicados a su memoria.
«Así se hizo» es uno de esos poemas, firmado, en el año 2002, por Antonio Guerrero, uno de los Cinco Héroes antiterroristas cubanos, quien sufrió injusta prisión por luchar por la soberanía y la paz del mundo. Evocadores versos que rinden así tributo al cantor:
Con la mirada fija
en el vasto universo
como quien busca el astro
que ilumina la tierra
Con el pecho apretado
al corazón que henchido
es un cesto de acordes
y de rimas ardiendo
Con el alma febril
de pensamientos llena
abriéndose en su fruto
y temblando en sus hojas
Con una sed de dar
de iluminar el día
como la de una rosa
que entre paredes brota
Con una voz divina
que lento se desborda
y como lava abre
un camino en las ondas
Como una luna azul
una risa montuna
una guitarra triste
y el verso de un hermano
Así se hizo: AMANDO
«Polo Montañez —escribe Díaz Martínez— se distinguió por su nobleza, sencillez y buen humor, entre otras virtudes, pero lo que sobresale de su personalidad es su cubanía, que se siente en su proyección y canciones. Todo esto le hizo ganar el mayor premio que la vida le pudo conceder: un lugar en el corazón del pueblo».
Polo Montañez no es un libro definitivo. Aún hay muchas historias, muchos recuerdos, muchas anécdotas, que contar y recuperar sobre el autor de «Un montón de estrellas». El mérito mayor de esta obra radica en haber reunido, por vez primera, esos testimonios que, desde la emoción y el corazón, impiden olvidar al guajiro natural.
Fernando Díaz Martínez (Ciego de Ávila, 1956), campesino ganadero, graduado en Historia y Ciencias Sociales, es autor de varios libros relacionados con figuras del pasado y el presente cubanos, entre ellos Camilo por los montes surcados (1989) y Ramón Castro Ruz, símbolo de la campiña cubana (2009).