José Luis Cortés y NG La Banda siguen en la batalla

José Luis Cortés

José Luis Cortés nació el 5 de octubre de 1951, a los 37 años funda su propia orquesta llamada NG La Banda, la que manda. Contaba con los metales de Irakere y una constelación de Todos Estrellas.

Desde el inicio, con una nueva música y las excentricidades atrevidas de su director, fueron el atractivo de miles de seguidores y el tormento de algunos detractores de la música popular bailable que siempre se esconden detrás de las columnas.

José Luis, con su música y sus músicos, “decepcionaron” a muchos músicos. El escritor ruso Fiodor Dostoievski decía: «Cuando te enfrentes a los “inteligentes”, tienes que decepcionarlos». Eso quería decir que tienes que demostrarles e imponerles tu concepto. Eso fue lo que hizo José Luis Cortés, y eso fue un fastidio para muchos de esos detractores que, al final, tuvieron que reconocer el genio sublime que era el llamado Tosco.

Con relación a la timba, escuchen bien de una vez y por todas: La palabra timba no debe confundirse con el pan con guayaba, el timbeque (baile de negros ruidosos), el barrio de La Timba o la rumba caliente de siglos pasados. La “nueva timba” es una música que marca su inicio en noviembre de 1989, con la gira por los barrios de La Habana, de NG La Banda con un nuevo concepto, estilo, timbre y sonido musical.

Juan Formell y Chucho Valdés incidieron mucho en la llamada nueva timba; pero ellos mismos se encargaron de reconocer que el verdadero creador, el que sintetiza, concreta y universaliza la timba es José Luis Cortés. (Véase Los reyes de la timba, de este redactor, editora José Martí, 2011)

El Tosco funde en un caldero (potaje le llamó Pello el Afrokán), el son, la guaracha, el mambo y la rumba; en otros momentos se integra, de alguna manera el danzón, el cha cha cha (Chá Cortés), la habanera, la conga, el jazz y los timbres caribeños. Pero, el pollo del arroz con pollo está en los ritmos triunfadores de Cuba.

Nadie como José Luis Cortés podía hacer semejante música: Chucho Valdés era un heredero del jazz, Juan Formell del rock and roll y el pop español. Chucho se impregna de lo afro que tenía su percusionista Oscar Valdés. Juan Formell de la fuerza percutiva de José Luis Quintana, Changuito y de la rumbantela de su cantante El Lele.

El Tosco procedía de una familia de negros congos tamboreros y congueros que vivían en la localidad de su madre, La Salud, que ahora fue colocada en el municipio de Quivicán, casualmente el pueblo de Chucho Valdés.

Se trata de un músico netamente conguero y rumbero, vale decir cubano afro. Además, El Tosco era fiel seguidor del flautista Richard Egues con la orquesta Aragón de Cienfuegos. Este músico era todo un cubanaso.

Recuerdo, en la gira de 1991 a la zona oriental (Santiago de Cuba-Holguín), Germán Velazco y demás metales criticaban al Tosco de no estar al tanto de lo último del jazz. Ellos no sabían que en negro Congo estaba en lo suyo, en la música del Malecón para acá.

Lo del Tosco no era Dizzy Gillespie, ni los grandes jazzistas, ese no era su guía; eran Benny Moré, Ignacio Piñeiro, Arsenio Rodríguez, Mongo Santamaria, Chano Pozo y los Aragonés.

Él quería revolucionar la música cubana y logro cuanto se propuso. Nació cubano y murió cubano. Sus detractores tuvieron que retractarse y aceptarlo como uno de los grandes de la música cubana al lado de los mayores genios de Cuba, como tuvo que decir Chucho Valdés en una de sus entrevistas que hemos visto por la televisión.

Uno de sus músicos, el trompetista Elpidio Chapottín me dijo en su ultima entrevista en el Cerro: «Ni siquiera el propio Tosco supo la clase de música que era».

Pasarán los años y los nuevos músicos de Cuba y del exterior, si son inteligentes y despiertos (palabra de Leo Brouwer), estudiarán la obra del Tosco, y serán seguidores de Damaso Pérez Prado y Arsenio.

Su banda ya no es la misma, los integrantes han fallecido algunos y otros andan por el mundo y en otras bandas; pero el concepto de NG La Banda está ahí, impregnado en su hijo y en nuevos músicos.  No se puede hacer la nueva música del siglo XXI sin tener en cuenta y sin influenciarse de NG La Banda, que hizo la culminación de la música de cien años atrás.