«El Código de las Familias responde a la necesidad de construir un nuevo régimen jurídico familiar a partir de una mayor relación entre el pueblo y las normas por aprobar», dijo desde la Unión de Periodistas de Cuba, Homero Acosta Álvarez, secretario de la Asamblea Nacional y del Consejo de Estado de la República, como parte del espacio de videoconferencias Desde el Parlamento, estrenado este 15 de septiembre.
Una de las ideas centrales de la conversación, conducida por la periodista Liset García, giró en torno a las transformaciones de la sociedad cubana desde la promulgación del Código de familia en 1975.
La familia cubana de los años 70 es muy diferente a la del siglo XXI -aseguró Homero- , por eso -agregó- fue sabio esperar al cambio constitucional del año 2019 para anclar determinados presupuestos que llevaran a una mutación más profunda de la legislación familiar.
Por eso, delinear la realidad del país a través de una norma jurídica fue la prioridad central en la concepción del Código, de forma tal -apuntó Homero- que no fuera solo un ejercicio académico sino un ejemplo de una consulta popular y democrática indetenible incluso -resaltó- durante los momentos más tensos vividos por el país ante la pandemia de la COVID-19.
Desde esta perspectiva -apuntó- no se trata de la imposición de un grupo determinado de legisladores sino de la construcción colectiva de los representantes genuinos del pueblo en la Asamblea Nacional y del pueblo mismo, lo cual legitima verdaderamente esa norma, «que une desde abajo a la sociedad».
El hecho de que casi el 48 por ciento de los artículos de la versión 24 del Código fuera modificado como resultado de la consulta popular, es un explícito ejemplo de la enunciación anterior.
Para el funcionario, «el Código recoge distintos modelos de familias, a partir de toda la diversidad que nos circunda y ha resuelto con amplia solvencia, rigor técnico y sentido jurídico pleno, definiciones del ámbito del derecho familiar que están registradas en muy pocas legislaciones actuales en el mundo».
En este Código -sentenció Homero- cabe Cuba entera con todos sus matices y colores. «Es necesario pensar que se vota por el presente y también por el futuro” de manera tal que busquemos ser -como cantó Silvio Rodríguez en su Cita con ángeles y que hoy Homero rememoró- “un tilín mejores y mucho menos egoístas».
Fuente Cubaperiodista
