El son es lo más sublime para el alma divertir

Día del Son cubano

Dice el estribillo de la canción “Suavecito”, de la autoría de Ignacio Piñeiro, que “el son es lo más sublime para el alma divertir”. Y realmente para muchos de los nacidos en este archipiélago bailar al compás de un buen son es motivo de alegría y jolgorio.

Este 8 de mayo celebramos el Día del Son Cubano. La efeméride fue instituida en el año 2020 y se celebró, por primera vez en 2021, en saludo al día de los natalicios de los soneros Miguel Matamoros y Miguelito Cuní. Fue una iniciativa del maestro Adalberto Álvarez, uno de los más grandes músicos cubanos de todos los tiempos.

Viaje a la semilla

Los orígenes efectivos de este género musical pudieran ubicarse en el siglo XIX, en las zonas rurales de Guantánamo, Granma y Santiago de Cuba. Durante la neocolonia ya había logrado un importante desarrollo estructural y tímbrico. En la actualidad goza de amplia aceptación popular dentro del territorio nacional y fuera de sus fronteras.

La profesora y musicóloga Victoria Elí Rodríguez afirma que el son es el complejo más importante de la música popular bailable. Como forma de canto, advierte, parte estructuralmente de la alternancia entre un elemento recurrente: el estribillo y la copla, fundamentalmente octosílaba, de función descriptiva e improvisatoria.

Es el resultado de la síntesis de elementos culturales hispanos, como los cordófonos pulsados, a los que se sumaron las seis cuerdas del tres cubano e instrumentos africanos, responsables de la función armónica y rítmica. Igualmente esta manifestación recibió las interinfluencias de otros ritmos cubanos y caribeños.

En el formato que pudiera llamarse clásico participan el tres, la guitarra, las maracas, las claves, el bongó, que alterna con el cencerro, y el contrabajo acústico, que sustituyó a las originarias marímbulas y la botija. A esta agrupación se le denominó sexteto. Posteriormente, con la adición de las trompetas, se comenzó a usar el término septeto.

En la búsqueda de mayores posibilidades sonoras, más tarde se añadió el piano, en sustitución de la guitarra, además de tumbadoras y güiros, y eso condujo al formato de conjunto de sones. El Son también puede ser interpretado por dúos y orquestas típicas y charangas, integradas por flauta, violín, piano, contrabajo y percusión.

La sencilla fórmula, que alternaba la copla y el estribillo, se amplió a una sección expositiva inicial, y a una sección conclusiva llamada montuno, donde se alternan las improvisaciones y estribillos y se produce una expansión de los medios expresivos, en contraste con el carácter expositivo precedente.

El complejo musical evolucionó a la largo de la historia y fueron surgiendo variantes como: guajira-son, bolero-son, criolla-son, mambo-son, son montuno, son-chá, entre otras.

Sin dudas, uno de los grandes cultores de este género fue el Premio Nacional de Música, arreglista, director y autor de ese clásico que se titula “El Son de la madrugada”. Hace 40 años, en 1984, el Caballero del Son fundó una orquesta que marcó un antes y un después en el panorama de la música popular bailable de la Mayor de las Antillas.

Brayan Álvarez, pianista que actualmente dirige la agrupación Adalberto Álvarez y su Son, le confesó a esta redactora que su progenitor era un fanático del piano y se quedaba maravillado al escuchar la música clásica, brasileña y el jazz.

«Salíamos de los conciertos y mi papá encendía la radio para escuchar esas sonoridades. Nos íbamos tranquilos para la casa. Por eso, su música tiene tantas influencias en la manera de orquestar», dice Brayan.

Jornada para bailar y cantar

Por estos días, en todo el país se realizan múltiples acciones en saludo al Día del Son Cubano. En Santiago de Cuba tiene lugar desde hoy, y hasta el 11 de mayo, el Festival Matamoros Son, dedicado a los 130 años del natalicio de Miguel Matamoros, y la 4ta Edición del Coloquio Son Cubano, donde se debatirá en torno a este género que en el año 2012 fue declarado Patrimonio Cultural Cubano.

Mientras que el Pabellón Cuba centra los festejos en la capital hasta el 12 de mayo con un homenaje a los 60 años de la Original de Manzanillo y a su director, el Maestro de Juventudes Wilfredo (Pachy) Naranjo.

Un panel sobre Matamoros marcará el inicio de la Jornada, a las 2 de la tarde, en el Salón de Mayo. El Pabellón acogerá conciertos de agrupaciones como: Agranel, Chispa y Los Cómplices, el grupo América, Pupy y los que Son Son, Alain Pérez y su orquesta, entre otras.

Fuente consultada:

“Música y músicos cubanos” (s/f, pps. 8 y 9). Folleto del Curso de Universidad para Todos, editado por el periódico Juventud Rebelde.

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