El maravilloso gen de la cubanía

Cultura cubanñia

Cultura cubana es gen que une más allá de épocas y latitudes. No limitan el concepto estilos artísticos ni el amor al terruño.

La cantautora habanera Yenisei del Castillo es la poeta de las almas más puras o la cancionera de una tierra bravía y con memoria. Su proyecto comunitario en el natal poblado de Regla recibe música, poesía y los mejores valores humanos. En esta mezcla de sentimientos ancestrales emergen herencias diversas, condimentadas al sol de una isla maravilla, paridora de pasiones.

El aporte de Concha Ferrant a la cultura cubana como una de las mujeres más relevantes en las artes visuales en el pasado siglo, trasciende su obra pictórica y lo confirma una colección de sus piezas en la galería de arte que la nombra en Guanabacoa, según explica Yolanda Rodríguez, directora de la institución. Y nuestra identidad vuela en versos, sonidos, movimientos, gestos, sabores, colores, pensamientos, simientes de nuevos frutos de raíz única.

Una suerte de ángel del legado de la guitarra cubana es Alejandro Coira, jefe de la cátedra del instrumento en el conservatorio Alejandro García Caturla, a quien sus alumnos agradecen por tan exquisita enseñanza. Así vibran las voces de quienes trasmiten cubanía al andar, en su hacer, en cada sueño, en el aroma a Patria.

Al joven Leivan García, director del Conjunto Folclórico Nacional de Cuba, la creatividad lo conduce hacia lo cotidiano y universal. Sus coreografías Bara y Vals para Oshún, así lo reflejan. Cual torrente en el lomerío, la nación invita a no detenerse; como manantial, a sumergirse en las honduras de su gente.

Luis Emilio Martínez, director del Grupo de Teatro Océano, fusiona literatura y música cubanas en la puesta A dónde van los cantantes a partir del tema Son de la loma, enlaza dos textos y canciones originales para la obra. Sin dudas, brillamos en el silencio de los cocuyos en la campiña, en la oración a los dioses, la algarabía de las calles, la sandunga del mestizaje. Y despertamos entre sorbos de alegría y esperanza.

Como buen martiano, Miguel Cabrera, historiador del Ballet Nacional de Cuba Alicia Alonso, sabe que la gloria del mundo cabe en un grano de maíz y su sentir es el de la compañía Patrimonio Cultural de la Nación, que festeja 75 años de su creación y 80 del debut de su fundadora en el clásico Giselle. Vemos con el gozo de perenne rebeldía, el azul más intenso, lluvia de rubíes al atardecer, al alba contagiar de trinos y sonrisas, y una estrella iluminando las ilusiones de un país.