Caridad Hierrezuelo la Guarachera de Oriente, llega a su centenario. Aunque muchos no lo sepan, en el Diccionario de Radamés Giro se ofrece el año 1924 sin el día y el mes de nacimiento. Lo importante es que ella perteneció a la dinastía de los Hierrezuelo (Lorenzo y Reinaldo) oriundos de la localidad de El Caney, en Santiago de Cuba, muy cerca de Siboney, de donde mismo era Compay Segundo.
Comenzó en 1947, en el Trío Baraguá, y continuó en el Conjunto Beltrán. Ya en 1950 se hace solista en el género de la guaracha; la bautizan como la Guarachera de Cuba, por su emblemática canción: “Guarapo, pimienta y sal”. Aunque vale decir que la cantora santiaguera dominaba otros géneros muy cubanos, como el bolero y el son, además de ser una buena improvisadora.
Era hija de un destacado tresero y cantante, y una madre que también vocalizaba lo mejor de la trova, la familia podía formar una orquesta: diez hermanos, entre los cuales estaban Lorenzo Hierrezuelo (el Compadre) y Reinaldo Hierrezuelo (Rey Caney), quienes ayudaron a inscribir el apellido Hierrezuelo en la gran dinastía de la música cubana.
Afincada en Santiago de Cuba, Caridad fue reclamada para actuar en estelares espacios de la radio y la televisión, así como en los más importantes centros nocturnos y eventos de la música, como fue el caso del Festival del Creador Musical, Festival Benny Moré, y Festival de la Canción Popular de Varadero, entre otros.
Durante más de 50 años estuvo vinculada a orquestas y conjuntos de primera línea, como Los Taínos de Mayarí, Rumbavana y el Conjunto Caney, dirigido por Benitico Llanes.
Además de actuar varias veces con la Vieja Trova Santiaguera, Caridad cantó con Ibrahim Ferrer y Eliades Ochoa, y recordaba con gratitud el trabajo que hizo con Manolito Simonet. Este grabó su CD Como yo quería, uno de los mejores de su discografía.
Por supuesto que Caridad aprovechó el renacimiento de la trova y el son a través de la Vieja Trova Santiaguera y el fenómeno de Buena Vistas Social Club.
A partir del año 2001 y gracias a la gestión del disquero español Antonio Martínez, radicado en Alemania, y quién bien conocía de su valía, Caridad centralizó el Festival Son de Cuba, el cual fue acogido por exigentes salas de Europa. Esto fue también comprobado por el público cubano, cuando en el año 2004, en la jornada inicial de la Feria Cubadisco el espectáculo fue presentado en el Teatro América.
La última vez que la vimos por la ciudad fue en el Hurón Azul de la Uneac, donde mostró sus dotes de gran cantora típica, auténtica y natural como era toda su dinastía. Ya no queda ninguno de ese linaje, por eso estuve mucho rato conversando sobre su trayectoria, en la que me dijo rotundamente: “La mayor experiencia que tuve en el mundo no fue conocer tantos países, fue cantar una vez en el Ali Bar (donde cantaba mi hermano Rey) cerca de Benny Moré, el más grande “.
Caridad fue considerada por críticos cubanos y extranjeros como una de las mejores voces femeninas de la música popular cubana en el siglo XX, y por tal razón fue bautizada en Europa como la Dama del Son.
La Hierrezuelo cultivó un vasto repertorio que incluía diferentes géneros musicales, al tiempo que sus giras fueron muy apreciadas con muchos galardones y premios, entre ellos la Palma de Oro en México (1974) por su actuación en la Feria Agropecuaria. Viajó a Panamá, la Unión Soviética, Perú con Los Van Van. En Madrid, España, fue aclamada en la Sala Clamores; en la Expo Universal Hannover 2000 y en la Feria de Popkomm, Colonia. Alemania, en la que Cuba se presentaba por primera vez.
Junto al cariño y admiración de su pueblo, recibió importantes reconocimientos, entre los que destacan la distinción Por la Cultura Nacional, otorgada por el Ministerio de Cultura.
El sábado 7 de febrero del año 2009 fue sepultada en la Necrópolis de Colón de La Habana, la conocida cantante cubana Caridad Hierrezuelo La O, quien falleció el viernes 6 de febrero, a los 84 años.
FUENTE:
Radamés Giro, Yimel Díaz Malmierca: Conversaciones de Rafael Lam con Caridad, Lorenzo y Reinaldo.