Y se llama Nueva Trova

Cómo explicar a los niños y adolescentes cubanos de los años setenta que se estaba haciendo —estaba naciendo— una nueva forma de hacer la canción y la poesía. Cómo hacerles parte de una historia musical y estética que estaba impactando en la vida cotidiana y que pretendía ser el reflejo y la voz de una sociedad, de un país que estaba cambiando, rompiendo moldes y esquemas.