Rolando Vergara, poesía sonora para La Habana y el mundo

Rolando Vergara

En la belleza única de La Habana, donde el mar murmura secretos antiguos y las calles respiran historia, nació Rolando Vergara Rodríguez, compositor y cristalero, artesano de sueños y versos. 

Desde sus primeros años, su vida fue puente entre el trabajo humilde y la pasión por la música, un diálogo constante entre el sonido de la guitarra y el latido de su tierra.

Su obra es un tesoro musical que abarca más de doscientas composiciones y cada una resulta un fragmento del alma cubana. “Hermosa Habana“ se alza como su himno más preciado, un canto lleno de amor y nostalgia que Los Zafiros y Omara Portuondo convirtieron en bandera de la identidad habanera. 

Sin embargo, su talento no se detuvo con canciones como “Yo bailo con Chana“ y “Yo bailo de todo“, en las cuales convocó la alegría y el ritmo del baile, mientras que “Rumba como quiera“ celebró la libertad del espíritu criollo en su máxima expresión. 

En contraste, “La nada, nada inspira“, revela la profundidad filosófica que también habitaba en él, una reflexión sobre la creatividad y el vacío que invita a pensar más allá de la melodía.

La poesía de Rolando fue llevada a escenarios y corazones por grandes intérpretes: Benny Moré, que inmortalizó su “No lo dejes para luego“; Adalberto Álvarez, que trajo su sabor a nuevas generaciones; y el dúo salsero Willy Colón y Johnny Pacheco, quienes cruzaron fronteras con su música. Así, su legado musical se extendió más allá de la mayor de las Antillas, tocando vidas y celebrando la riqueza cultural de la isla.

Rolando Vergara Rodríguez nació en La Habana el 19 de febrero de 1926 y partió físicamente el 4 de agosto de 2010 en su ciudad natal. Su música permanece viva, susurrando en las calles de la capital cubana y en los corazones de quienes aman la canción. Su obra conecta la historia con el presente, lo cotidiano con lo sublime, el alma de un hombre con el espíritu de una nación.

Foto: Tomada de Facebook

Autor